domingo, 28 de febrero de 2010

FREDDY KRUEGER: EL HOMBRE DEL SACO "REVISITED"

Con el estreno más o menos inminente en Estados Unidos del remake de Pesadilla en Elm Street, parece el momento adecuado para hacer un pequeño homenaje a la que, sin duda alguna, es la figura más icónica que nos ha dado el cine de terror contemporáneo (con permiso de Pinhead). Sombrero marrón de fieltro de ala ancha, jersey de punto a rayas verdes y rojas, guante rematado en cuatro cuchillas donde deberían ir los dedos... Supongo que muy pocos dudarían a la hora de adivinar el personaje que se encuentra tras esta descripción, ni siquiera los menos aficionados al género de terror. Y es que, le pese a quien le pese, Freddy Krueger ya es uno de los grandes dentro de la ficción terrorífica, volando casi a la misma altura que Drácula o Mr Hyde.


Su primera aparición en la pantalla grande fue en 1984, dentro de un film con tantas complicaciones financieras que a punto estuvo de no ver la luz nunca... y que, sin embargo, acabó generando una franquicia de nada menos que ocho largometrajes, una serie de televisión, cómics, merchandising de lo más surtido y, al menos de momento, un remake. La propuesta de Wes Craven, su director y creador, se reveló de salida como la vuelta de tuerca definitiva a la figura y el género del slasher, que tanta popularidad había adquirido desde los 70. Las innovaciones más marcadas respecto a sus precedentes eran, por un lado, que el serial killer en cuestión no acosaba a sus víctimas en el plano real, sino en los sueños (todo lo cual, obviamente, daba pie a una imaginería más o menos rica en elementos surrealistas); y por otro, que las víctimas adolescentes no pagaban por sus propios pecados (normalmente, el sexo, como todos sabemos), sino por los pecados de sus padres (en este caso, un oscuro episodio del pasado, que se iba desvelando a lo largo del primer film).

Otras curiosidades de la gestación del film:

- Para la historia, Craven se inspiró en unos artículos periodísticos aparecidos en el LA Times durante los 70, en los que se hablaba de un joven refugiado camboyano que sufría unas pesadillas terriblemente vívidas a raíz de sus experiencias en los campos de concentración. El joven, de hecho, acabó muriendo en extrañas circunstancias durante una de las pesadillas.

- El aspecto físico de Freddy se lo inspiró un breve encuentro nocturno, durante su infancia, con un mendigo que parecía estar acechando su casa vestido con una gabardina y un sombrero de ala ancha.

- Consultando un libro sobre los colores y sus significados, Craven leyó que una de las combinaciones de colores más desagradable a la vista era el rojo con el verde. Así fue como surgió el famoso jersey a rayas verdes y rojas que luce Freddy.


El gran triunfo de la primera Pesadilla, a parte de unos asesinatos de lo más elaborados y macabros en su mayoría (baste con recordar el de Tina, la mejor amiga de la protagonista), era el presentar a Freddy como una figura indefinida, casi siempre oculta en las sombras, como si se tratara de una amenaza latente pero difícil de ubicar, todo lo cual le daba una fuerza muy específica de cara al espectador. En las sucesivas partes, sin embargo, el rostro quemado de Freddy se fue volviendo cada vez más visible y su figura más familiar, hasta tal punto que los fans no tardaron en apodarlo "cara de pizza". Perdía fuerza como pesadilla, pues, pero la ganaba como figura pop (en La muerte de Freddy, la bufonada alcanzaba tales excesos que Freddy llegaba a aparecer en una escena disfrazado de la bruja del Este de El mago de Oz, con escoba voladora incluída).


Por otro lado, y a título personal, quisiera resaltar lo que me parece más interesante de Freddy: el modo en que reinventa la clásica figura de "el hombre del saco" o "el coco", un icono fuertemente enraizado en el subconsciente colectivo ya desde la misma infancia, pero ahora haciendo de él una amenaza muy concreta, con un modus operandi irrepetible y un curriculum vitae que es puro post-modernismo (a este respecto, hay que aclarar que la historia de Freddy no se escribe en el primer film, sino que se ha ido enriqueciendo en las sucesivas secuelas hasta convertirla en una especie de soap opera de lo macabro).


Está por verse cómo resolverá Jackie Earle Haley el papel que inmortalizó Robert Englund, pero vistos los trailers promocionales, parece ser que el remake retoma más el estilo "serio" del primer film que el sabor auto-paródico al que fue involucionando la saga.


Os dejo, para que juzguéis, con dos de los trailers con que se está promocionando el producto:



miércoles, 24 de febrero de 2010

TORTURE PORN: UN TÉRMINO PELIAGUDO

Si hay un concepto que actualmente mantiene a los fans del género de terror en un eterno debate, ese es sin duda el llamado "torture porn". El término, acuñado por el crítico norteamericano David Edelstein para el film Saw, se refiere a esas películas que basan prácticamente todo su gancho en recrearse en la violencia y ensañamiento sobre una o varias víctimas, las cuales muestran de modo bastante gráfico, y a menudo, aunque no necesariamente, acompañándolas de desnudos. Obviamente, y a pesar de que la palabra aparece en la propia denominación, nada tiene que ver con la pornografía, sino más bien con la explicitud de unas escenas de violencia encarnizada que parecen tener toda razón de ser en sí mismas, y que siempre según la insinuación del término, se supone "estimulan" al público.


Visto así, casi podríamos decir que un "torture porn", en el sentido más estricto de la expresión, podría ser una dramatización de una "snuff movie", sólo que con algo más de guión, historia y variedad de escenarios. No es de extrañar, por tanto, que el relativo auge de este sub-género haya acabado levantando ampollas, por todas las implicaciones que parece tener su éxito. Algunos expertos en el género, como Stephen King, están a favor de él; mientras que otros, como Clive Barker, lo rechazan de forma casi tajante. Y es que, ¿cuando triunfa un film que todo lo que ofrece es, supuestamente, una sucesión de escenas de violencia salvaje y ensañamiento sin mensaje alguno, qué dice eso de la sociedad que lo consume? No es una pregunta de fácil respuesta, desde luego.


Por otro lado, ¿qué puede considerarse "torture porn"? Si nos ceñimos a la definición del término, y aún con todo lo que de atrevido pueda tener la siguiente afirmación, casi podría decirse que tiene mucho más de "torture porn" un film como La pasión de Cristo (que, mudamente o no, fascina al público con la recreación explícita de la tortura de un ser humano semi-desnudo durante gran parte de su metraje) que algo como Las colinas tienen ojos.

Mi posicionamiento personal en cuanto al debate es ambivalente. Dejando de lado la curiosidad morbosa que despierta (algo, por otro lado, creo que casi inherente al ser humano), pienso que algunas películas han rescatado cosas muy interesantes usando el sub-género, mientras que otras no aportan nada más que sangre y vísceras sin sentido. A continuación os dejo un pequeño ranking de los films más o menos icónicos que hay que ver para entender el tema. Los he gradado de menor a mayor interés, a mi juicio.

4-HOSTEL


El film de Eli Roth fue uno de los estrenos más polémicos de 2006, y tal fue su éxito que generó una secuela. Las aventuras de unos jóvenes americanos por Europa del Este se saldó con un baño de sangre, torturas y sadismo convertido en comercio. El director aseguró que el film era una reflexión sobre lo lejos que está llegando la fascinación por la violencia, pero pocos vieron el menor peso moral a la película. Ni siquiera el maestro Clive Barker, tal y como dejó patente a su paso por el último festival de Sitges.

3 - SAW


Estrenada en 2004, Saw es la película que abre la veda (y que la continúa, con sus sucesivos remakes que ya la han convertido en rentable franquicia, pese a las reticencias de nuestra ministra de cultura). Supuestamente, con un peso ético aparente algo mayor que el de Hostel, dado que todas las torturas vienen con mensaje... y sin embargo, a mí se me quedó el regusto de que era un quiero y no puedo de la infinitamente superior Seven. Pues allí donde Seven dejaba en una sugerencia totalmente en off las torturas y se centraba en un mensaje muy potente, Saw opta por cargar las tintas en las torturas en pos de un mensaje más bien flojillo y, a mi entender, muy poco convincente.

2-THE BUTCHER


Apuesta coreana para el género del "torture porn", su mensaje es la película en sí: la violencia no tiene nada de divertido. Sadismo nada estilizado, incómodo hasta grados insospechados y, pese a ello, no siempre en primer plano. Varias personas secuestradas esperan a ser torturadas por unos desconocidos en una fábrica abandonada. Todas ellas llevan cámaras atadas a la cabeza, de modo que la película juega de forma bastante retorcida con el cambio de perspectivas y el off. Mientras Hostel y Saw se divertían enormemente con sus fantasías de violencia, The butcher te lo hace pasar tan mal con su hiperrealidad que deseas que todo acabe lo antes posible.

1-MARTYRS


La segunda película de Pascal Laugier aún no ha parado de cosechar premios allí por donde ha pasado, gracias a una historia original e incómoda, de la que es mejor no revelar mucho. Sin la menor duda, y pese a su tan cacareada violencia (que, visto lo visto, tampoco lo es tanto), resulta ser el film más emocional y reflexivo de los cuatro aquí mencionados. Una pequeña joya que no hay que perderse.

domingo, 14 de febrero de 2010

"FRANKENSTEIN": PESADILLA DE UNA NOCHE DE TORMENTA

Elementos básicos: por un lado, un científico obsesionado con crear vida a partir de la muerte usando la electricidad y, por otro, la desafortunada criatura resultante de sus experimentos. No hace falta añadir mucho más para que cualquiera adivine de qué novela estamos hablando: Frankenstein (o "El moderno prometeo"), de Mary Wollstonecraft Shelley. Así mismo, pocos dudarían de que, junto al Drácula de Bram Stoker, la inmortal obra de Shelley conforma uno de los más sólidos binomios de la literatura de terror. Ambas, constantemente reeditadas y estudiadas. Ambas, adaptadas a los más diversos medios. Ambas, casi complementarias en sus implicaciones. Y ambas, cómo no, bien asentadas en el imaginario colectivo gracias a las múltiples adaptaciones cinematográficas que han tenido (entre las cuales, sin duda son las más icónicas, aunque no necesariamente las que mejor han resistido el paso del tiempo, las adaptaciones de la Universal).


.
Curiosamente, pese a la gran popularidad de que gozan ambas obras, no todos saben que ambas se originaron, en cierta manera, la misma noche. Me refiero, por supuesto, a la velada que el matrimonio Shelley pasó en la Villa Deodati de Lord Byron en Suiza, junto a otros invitados como John William Polidori. Así, durante el inmejorable marco que propició una noche de tormenta, el anfitrión sugirió que cada uno de los presentes ideara la historia más terrorífica que se le ocurriera. Curiosamente, ni Lord Byron ni Percy Bysshe Shelley (ambos considerados dos de los poetas ingleses más reputados de la época) lograron producir nada particularmente reseñable durante la velada.
.
.
Lord Byron, en uno de sus retratos más reconocidos
.
Por el contrario, fueron Polidori y la joven prometida de Shelley (no olvidemos que, por aquel entonces, contaba con tan sólo 18 años de edad) los que se llevaron el gato al agua. El primero, escribiendo El vampiro (1819), un relato que asentaría de forma decisiva las bases del vampiro moderno y que, inevitablemente, actuaría como fuerte influencia para el inmortal Drácula de Stoker. En cuanto a la segunda (y como ella misma reconoció, inspirada por una conversación entre su marido y Byron en torno a ciertas especulaciones sobre el origen eléctrico de la vida y la reanimación galvánica de los cadáveres), "vi, con los ojos cerrados, pero mediante una aguda visión mental, al pálido estudiante de impías artes arrodillándose junto a la criatura que había ensamblado. Vi al espantoso fantasma de un hombre inerte, y luego, debido a la intervención de algún poderoso motor, mostrar señales de vida y agitarse con un movimiento incómodo, semivital." Visión que, como todos sabemos, germinó en la inmortal Frankenstein (o "El moderno Prometeo").
.
.
En 2007, la editorial El Aleph pretendió rendir homenaje a aquella particular noche, con la publicación de una breve antología de creaciones de los cuatro invitados, bajo el título de Fantasmagoriana. Sin embargo, justo es mencionar que el volumen en cuestión sólo recoge dos de las ideas que realmente surgieron de aquella noche: la ya mencionada El vampiro, de Polidori, y El entierro de Byron (aunque, de hecho, durante la velada sólo ideó un fragmento de la misma).


Por otro lado, el cine también se ha hecho eco en varias ocasiones de aquellos hechos. Mencionaré dos films en concreto. Por un lado, Remando al viento, del inclasificable realizador español Gonzalo Suárez, versión caligráfica y de resonancias bastante poéticas, aunque quizás sea más conocida por el hecho de haber dado a conocer en su día a la pareja Hugh Grant-Elizabeth Hurley.



Y por otro lado, Gothic, del aún más inclasificable Ken Russell, una mirada tal vez más subjetiva e inequivocamente centrada en aquella velada suiza, si bien tan alucinada, excesiva y de complicada digestión como las otras obras del realizador inglés.
.

lunes, 8 de febrero de 2010

LEYENDAS DE LAS LEYENDAS DEL CINE DE TERROR: "NOSFERATU"

Si el cine ya de por si está plagado de leyendas, el de terror en concreto es un caso aparte. Y quizás una de las películas que más rumorología ha generado al respecto sea el Nosferatu de F.W. Murnau (1922). Como sabéis, el film en cuestión es una adaptación no confesa del Drácula de Bram Stoker, a la que se cambió el nombre del famoso conde (aquí, conde Orlock) y algunos otros detalles, con tal de esquivar los problemas legales derivados de no haber conseguido los derechos de autor por parte de la viuda del escritor irlandés. De entre las muchas leyendas que giran en torno a esta obra, una de las más interesantes apunta a que la autoría de la misma quizás pudiera adjudicarse en mayor medida al ocultista Albin Grau (en el film, acreditado tan sólo como decorador) que al propio Murnau y que, como refuerzo a esta teoría, cabe señalar que Murnau jamás hablaba de Nosferatu en sus entrevistas (como si, de hecho, no fuera una película suya siquiera).

.
Este apunte conduce a la idea de que Nosferatu es una película llena de mensajes que sólo pueden descifrarse si uno conoce las claves esotéricas correspondientes. Un claro ejemplo es el momento en el que Knock encomienda a Hutter los asuntos del conde y, cuando este no lo ve, despliega una carta remitida por el vampiro, en la que sólo aparecen una serie de extraños símbolos que no pertenecen a ningún alfabeto conocido (y que, según algunos estudiosos del film como Luciano Berriatúa, son signos extraídos de auténticos grimorios y tratados paracelsianos).
.
.

Sin embargo, si hay alguien que realmente se lleva la palma en lo que a rumores y leyendas se refiere, ese sin duda es Max Schreck, el actor que dio vida al vampiro del film. En el siguiente enlace a wikipedia podéis encontrar información (bastante escueta, eso sí) a la vida y obra de este actor alemán. Pero lo interesante de los rumores viene con las afirmaciones de que la fantástica caracterización de Schreck como conde Orlock era tan verosímil y espeluznante por el simple hecho de que él mismo era un vampiro en la vida real.


Todas estas leyendas surgieron tomando como base que, durante largo tiempo, se sabía poco sobre la vida del propio Schreck. Si a ello añadimos que su apellido puede ser traducido por "miedo" o "terror", los rumores están servidos. Se llegó a sugerir que Murnau había dado con un vampiro real y que, de hecho, para la última escena de la película, sugirió a Schreck que mordiera de verdad a la actriz protagonista.
.

El alcance de las leyendas en torno a Nosferatu (y, más específicamente, en torno a Schreck) ha sido tal que incluso se llegó a rodar una (muy recomendable) película que las reproducía como si, de hecho, fueran reales. Hablo de La sombra del vampiro, donde un irreconocible Willem Dafoe nos regalaba una más que espeluznante y, a la vez, patética encarnación de lo que la leyenda ha querido que fuera el rodaje.


Como curiosidad final, señalar que la sombra del film de Murnau ha sido lo bastante larga como para alcanzar algún que otro blockbuster de Hollywood: ahí tenemos como testimonio a uno de los villanos de Batman Vuelve encarnado por Christopher Walken: el no poco vampírico empresario de Gotham City llamado, cómo no, Max Schreck.

jueves, 4 de febrero de 2010

JOSHUA HOFFINE: EL FOTÓGRAFO DEL PÁNICO

Hoy os vengo a hablar del trabajo de Joshua Hoffine, un fotógrafo norteamericano afincado en Kansas, cuya especialidad son fotografías que escenifican algunos de los miedos más enraizados de la infancia, así como otras que remiten al cine de terror e incluso a determinados iconos y arquetipos por todos conocidos sobradamente.


Como véis en el mural superior, ninguna de las escenas representadas es desconocida al personal: la condesa Báthory (superior izquierda), la típica niñera acosada por un demente recién escapado de un psiquiátrico (superior derecha), ese circo tenebroso que nos podría remitir a La feria de las tinieblas de Ray Bradbury (inferior izquierda) o, cómo no, el típico payaso macabro que, en esta estampa, me recuerda bastante al It de Stephen King (inferior derecha).


Según declara el propio Hoffine, "escenifico mis sesiones de fotos como si fueran pequeñas películas, con escenarios, vestuario, atrezzo elaborado, máquinas de humo y maquillaje especial. (...) Mis imágenes no son collages a base de photoshop. El photoshop lo uso para refinar detalles y ajustar el color y el contraste. Como actores y equipo, uso a amigos y familiares. Todos trabajamos gratis. Lo hacemos por diversión." Palabras que nos denotan lo de siempre: el terror se ve relegado a arte de segunda, a algo que, si se quiere desarrollar, se tiene que hacer como hobby y por amor al arte. Y no será porque las fotos sean cutres, precisamente...




Respecto a su visión del horror, Hoffine explica: "Creo que, en última instancia, el relato de terror tiene que ver con la inminencia y lo aleatorio de la muerte, así como la seguridad de que no hay certeza en la existencia. La experiencia del horror reside en esta confrontación con lo incierto. El terror nos dice que nuestra creencia en la seguridad es ilusoria y que los monstruos están por todas partes."


¿Lucy Westenra?



El monstruo en el armario: un clásico de los horrores infantiles americanos


Como os podéis imaginar, la que hay sobre estas líneas me encanta: Gretel a punto de pasarlo no especialmente bien en la casita de caramelo del bosque. De todos modos, mi favorita es la inferior, porque me parece que tiene una fuerza tremenda y capta de forma magnífica el horror del momento.


Si queréis echarle un vistazo, Hoffine también tiene su propio blog, en el que va comentando los entresijos de sus trabajos y dejando fotos de los making of. Muy recomendable.

lunes, 1 de febrero de 2010

CONOCIENDO EL MIEDO: CITAS CÉLEBRES

"No hay mayor placer que el terror." (CLIVE BARKER)

"A lo único que tenemos que temer es al miedo por sí mismo." (FRANKLIN D. ROOSEVELT)
.
"El deseo vence al miedo." (MATEO ALEMÁN)



"El miedo es el más peligroso de los sentimientos colectivos." (ANDRÉ MAUROIS)

"El miedo puede llevar a los hombres a cualquier extremo." (GEORGE BERNARD SHAW)

"¿Cómo sabes si la Tierra no es más que el infierno de otro planeta?" (ALDOUS HUXLEY)
.

.
"No hay necesidad de fuego: el infierno son los otros." (JEAN-PAUL SARTRE)
.
"Sueños... esos pedacitos de muerte. ¡Cómo los odio!" (EDGAR ALLAN POE)

.

"Inventamos horrores para que nos ayuden a sobrellevar el horror real." (STEPHEN KING)

.


.
"El sueño de la razón produce monstruos" (FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES)
.
"(El miedo nace) cuando uno cree que lo tiene todo controlado, pero de pronto se da cuenta de que las cosas no son lo que parecían." (JAUME BALAGUERÓ)
.
"Nada hay de divertido en un payaso a la luz de la luna." (LON CHANEY)
.

"Nos fascina nuestra oscuridad interior. Nos fascina la sombra. Nos fascina el hombre del saco." (ANTHONY HOPKINS)

"Tiene el miedo muchos ojos y ve las cosas debajo de tierra." (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA)

"El horror está más allá del alcance de la psicología." (THEODOR W. ADORNO)