lunes, 20 de diciembre de 2010

"TABERNA ESPECTRAL" Y "AGUINALDO SANGRIENTO": DOS NUEVAS ANTOLOGÍAS CON EL SELLO DE NOCTE

No os había dicho nada aún, porque era una pequeña sorpresilla con la que pretendía cerrar el año... pero desde ya mismo se encuentra a la venta Taberna espectral, la antología de relatos de fantasmas elaborada por NOCTE, la Asociación de Escritores de Terror Españoles, y en la que se incluye mi relato Una habitación sin reflejos (qué poco aficionado soy a las historias de fantasmas, pero he de reconocer que supe llevar el tema a mi terreno y creo haber logrado salirme un poco del tiesto gótico). Se trata de una antología elaborada con esmero, con algunos de los mejores escritores del género a nivel nacional (por la parte que me toca, ya me considero más que recompensado por aparecer al lado de ellos). Y además de un excelente prólogo de José Antonio Cotrina, esta antología contiene los siguientes relatos:

"Aquella noche de septiembre", Sergi Llauger.

"La improbable historia del fantasma espacial Guy de Corneille", Pedro Escudero Zumel.

"El viento del olvido", David Jasso.

"El después", José Alberto Arias.

"Fresco", Joe Álamo.

"La cadena no debe romperse", David Mateo.

"Marcas de luna", Nuria C. Botey.

"Sombra", Miguel Puente Molins.

"Una habitación sin reflejos", Javier Quevedo Puchal.

"Barrer, quizá soñar", Emilio Bueso.

"Asuntos pendientes", Ángel Villán.

"La comunidad", Rubén Serrano.

"Recuerdos de mi hermana", Santiago Eximeno.

"Himeko", Miguel Aguerralde.

"Cadena de sueños", Juan Ángel Laguna Edroso.


Para quien se esté preguntando cómo hacerse con un ejemplar de esta maravilla, nada más fácil que hacer click con el ratón en la foto inferior de la portada. Os lo llevan directamente a casa por un precio bastante asequible.


Por otro lado, y sin salirnos de la Editorial 23 Escalones, para ir abriendo boca a los mazapanes y todo eso, NOCTE ha elaborado también una antología especial Navidad de microrrelatos, esta vez de descarga totalmente gratuita. Incluye mi microrrelato La tregua, por cierto. La podéis descargar cómoda y gratuitamente haciendo click a la imagen inferior:


Felices y sangrientas Navidades...

miércoles, 15 de diciembre de 2010

MESA REDONDA SOBRE VAMPIROS Y ZOMBIS

"El ocaso de los mitos: vampiros y zombis en la literatura del s. XXI." Con este más que apetecible título, el próximo lunes 20 de diciembre tendrá lugar de 18:30 a 20:30 una apasionante mesa redonda en el Colegio Universitario Cardenal Cisneros de Madrid. De entrada absolutamente libre, y con la profesora y amiga Nuria Calderón como moderadora, contará con la colaboración de otros cuatro colegas y miembros de NOCTE, la Asociación Española de Escritores de Terror, como son Rubén Serrano, Magnus Dagon, Rubén Sánchez Trigos y Marc R. Soto, que debatirán en sendos grupos la importancia y evolución (o involución) de sendos mitos a lo largo de lo que llevamos de siglo, cada uno de ellos defendiendo uno de dichos arquetipos frente al otro.


La verdad es que el debate tiene una pinta alucinante. Y, además, muy apropiadamente de acuerdo con el tema de debate, se firmarán ejemplares de las antologías a cargo de NOCTE La Sangre Es Vida (Mandrágora, 2010) y Antología Z. Vol 2 (Dolmen, 2010). ¿Os lo váis a perder? Yo no, desde luego. Recordad: lunes 20, a partir de las 18:30, en Universidad Cardenal Cisneros (C/General Díaz Porlier, 58. Aula 22, Madrid).

¡Allí nos vemos!

lunes, 6 de diciembre de 2010

CAPERUCITAS ROJAS

Posiblemente, mi cuento de hadas favorito es Caperucita Roja. No sé qué hay que me fascina tanto en esa historia de una niña (aunque la mayoría de adaptaciones retoma convenientemente la componente erótica de la versión de Charles Perrault y hace de ella una adolescente) que ha de cruzar un bosque milenario para llevar una cesta con comida a su abuela convaleciente y, por el camino, despertar a la sexualidad de la mano del gran lobo feroz. No me cansaré de repetirlo: si queréis indagar en las raíces y múltiples reelaboraciones que este mito ha tenido durante la Historia, lo ideal es leer el ensayo Caperucita al desnudo, de Catherine Orenstein. Y sin embargo, es un libro que sigue quedándose corto, pues las relecturas no dejan de sucederse, como si aún quedara mucho por decir... o por explotar, según el caso.


Parece ser que esta vez le toca el turno con Little Red Riding Hood, la adaptación cinematográfica que Catherine Hardwick acaba de rodar y que, tras su Crepúsculo, no sería de extrañar que adaptara esta metáfora sobre los peligros del despertar a la sexualidad a las nuevas corrientes de moda sobre jovencitas virginales atraídas por jovencitos depilados y con toque paranormal de turno. Cámbiese vampiros por licántropos y, probablemente, tengamos las claves de lo que nos ofrece esta nueva versión del cuento de Perrault... y si no, me remito al trailer, con una Amanda Seyfried que, eso sí, parece perfecta para el papel protagonista:



En cualquier caso, esta (¿inesperada?) puesta al día del cuento clásico me parece que proporciona una oportunidad perfecta para hacer un pequeño repaso a aquellas encarnaciones de Caperucita Roja que me parecen más reseñables dentro del mundo audiovisual. Me ciño básicamente a cortos y largometrajes, dejando fuera (con todo el dolor de mi alma) maravillosas adaptaciones como la del anuncio de Chanel nº 5.


En el cortometraje de David Kaplan, una Christina Ricci pre-delgadez-extrema daba sus aún voluptuosas formas púberes a una adaptación fiel tanto al original de Perrault (si mal no recuerdo, estaba narrada en verso, nada menos que por Quentin Crisp) como a algunas versiones orales del cuento no sólo más antiguas, sino también más retorcidas (Caperucita exhibe una astucia mayor de lo que nos suelen pintar... aunque sin llegar a los niveles que iremos viendo posteriormente). Una rareza no poco recomendable.


En Le dernier Chaperon Rouge, alucinado y pseudo-futurista cortometraje francés de imagen fuertemente enraizada en los mundos de Jean-Pierre Jeunet, la actriz Emmanuelle Béart compuso una de las Caperucitas más sensuales que recordamos. Se sigue jugando con la mezcla de candidez y erotismo, pero sus exhibiciones de poder son aún demasiado dubitativas como para no seguir hablando de una fantasía sexual masculina hecha carne, básicamente. Pese a todo, su condición de cuento oscuro, su estética fascinante y una pequeña vuelta de tuerca a la historia tradicional (sobre todo, en lo que a las intenciones de la abuela se refiere) son bazas lo bastante poderosas como para recomendarla.


Anna Paquin nos dio con su papel en la espléndida Truco o Trato una inesperada relectura de Caperucita Roja, que si bien no tiene mucho de original en sí misma, sí lo tiene en cómo queda reflejada en la pantalla, en cómo se adapta a la temática del film y, sobre todo, en el modo con que juega y retuerce las expectativas del público tipo de esta clase de films. Una relectura con un buen twist final que, por qué no reconocerlo, hace de este segmento (si de segmentos podemos hablar en un film episódico tan poco episódico) posiblemente el más memorable de la película.


Es posible que, hasta la llegada de Freeway, nunca antes nos hubiéramos encontrado con una versión de Caperucita tan rematadamente gamberra, de un humor negro maravilloso, y tan necesaria para describir la realidad inmediata. En ella, Reese Witherspoon se convierte en una impagable Caperucita suburbial que, tras una serie de contratiempos familiares, se ve obligada a irse en coche en busca de la abuela a la que apenas conoció. Por desgracia, un problema con el motor la deja tirada en plena autopista... al menos, hasta que un amable psiquiatra llamado Dr Wolverton (¿hacen falta explicaciones?) se ofrece amablemente a ayudarla. A partir de aquí, una espiral de violencia, sadismo psicológico y muy mala uva, en la que, llegados a un punto, ya no sabemos quién es el acosador y quién el acosado.


Antes decía que, hasta la llegada de Freeway, no habíamos conocido una adaptación tan necesaria para describir la realidad inmediata. Y así siguió siendo, desde luego, al menos hasta el aterrizaje de Hard Candy, que optaba por olvidarse de las coartadas cómicas y cuasi cartoonescas de la anterior para ofrecernos la visión más oscura, perversa y terrorífica que hay a fecha de hoy (me cuesta imaginar que se supere) del cuento de Perrault. Esta vez, el papel de Caperucita es interpretado por Ellen Page, dando vida a una menor de edad (¿o, al final, no era menor?), que se cita a ciegas con un treintañero con el que ha estado chateando, sin sospechar los peligros que puede entrañar semejante encuentro. Una película opresiva, de moral difusa, por momentos casi insoportable, llena de giros inesperados y sin la menor concesión a la piedad. Y, por si esto no fuera suficiente, nos regala una interpretación prodigiosa tanto por parte de Page como de su compañero de reparto. Sin duda, un clásico de lo que llevamos de siglo.


Y he aquí la película que me enseñó a amar el mito: En compañía de lobos, de Neil Jordan, adaptación ejemplar del relato homónimo de Angela Carter, así como de Licantropía y Lobalicia. Si alguien cree que Catherine Hardwick ha inventado el agua tibia con su nuevo film, quizás debiera echarle una ojeada a este cuento de despertar a la sexualidad, con una sensual Caperucita (Sarah Patterson) atraída y repelida al mismo tiempo por esos enigmáticos hombres salvajes del bosque, que son peludos por dentro y a los que las cejas se les juntan. Nunca antes el mito de la joven atraída por el lobo feroz había brillado con tal intensidad. Nunca antes el misterio del bosque milenario fue presentado con tal exuberancia. Nunca antes se habían mostrado con tal certeza las leyendas europeas sobre los hombres-lobo. Una película que te atrapa desde el primer visionado y que, al menos en mi caso, se me ha quedado dentro. Imprescindible.

martes, 30 de noviembre de 2010

CORTOCIRCUITO: NANORRELATOS GRATUITOS

Os informo de que Ediciones Efímeras acaba de presentar Cortocircuitos, libro de ficción mínima que recoge los mejores microrrelatos publicados en el ezine Efímero en una cuidada selección de Alberto García-Teresa. Un libro muy heterogéneo tanto en contenidos como en autores, donde encontraréis toda una serie de historias, a veces con conexiones inesperadas entre sí, otras no tanto, en las que se ofrece una mirada oscura, socarrona en ocasiones, dedicidamente macabra en otras, a esas pequeñas parcelas de la realidad cotidiana en las que, si uno sabe observar con detenimiento, puede llegar a percibir cómo penetran de vez en cuando la fantasía y el terror.

Como es habitual en la editorial digital, la antología ha sido publicada en formato PDF para su descarga gratuita (podéis descargarla pinchando en la portada del libro).

Ediciones Efímeras: http://www.edicionesefimeras.com
Cortocircuitos: http://www.edicionesefimeras.com/cortocircuitos.html

. o O o .

Alberto García-Teresa (Madrid, 1980)

Licenciado en Filología Hispánica, codirige la revista de crítica sobre ficción especulativa Hélice, ha sido redactor jefe y codirector en otras publicaciones sobre literatura fantástica y ha recopilado varias antologías de relatos.

Escribe crítica literaria en diferentes medios.

Es autor del poemario Hay que comerse el mundo a dentelladas (Baile del Sol, 2008), Oxígeno en lata (Baile del Sol, 2010) y la plaquette Las increíbles y suburbanas aventuras de la Brigada Poética (Umbrales, 2008).

Sus poemas han sido traducidos al serbio y al macedonio, y ha sido recogido en varias antologías y revistas también por sus cuentos y microrrelatos.

La antología ha sido publicada en formato PDF/FB2/EPUB para su descarga gratuita.

. o O o .

Ediciones Efímeras es una editorial cuyo ánimo consiste en promocionar la literatura fantástica, centrándose sobre todo en microrrelatos, cuentos ilustrados y novelas previamente publicadas en Internet. Ediciones Efímeras es una editorial sin ánimo de lucro, que ofrece en formato PDF y de forma gratuita para su descarga las obras de los autores que colaboran con ella.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

ÚLTIMOS LANZAMIENTOS GRUPO AJEC


SINOPSIS:

Dave Lister, se encuentra, tras una serie de desastres, desafortunadas elecciones personales y poco confiables amistades, en una nave prisión con destino a la más inhóspita colonia penal del espacio exterior.

Pero Lister no es una persona cualquiera, de hecho ni siquiera es un ser humano cualquiera: Dave Lister es El Último Humano Vivo, aunque no sea el espécimen más representativo de la especie. Y sobre sus hombros descansa una misión: restaurar la raza humana a cualquier precio.

Acompañado de Arnold Rimmer, el holograma de su superior muerto, Kryten, un androide paranoico y Gato, miembro de una especie evolucionada a partir de los gatos terrestres, deberá luchar para llevar a cabo su misión.

Este es el principio de la cuarta y esperada novela de la serie Enano Rojo, tras Enano Rojo: La Novela; Mejor Que la Vida, y Enano Rojo: Hacia Atrás.

Toda la información sobre este libro, además de un avance editorial, se puede encontrar en la página web de la editorial: www.grupoajec.es , y un anticipo en:

http://www.grupoajec.es/index.php?option=com_sobi2&sobi2Task=sobi2Details&sobi2Id=78&Itemid=0

Ficha Técnica:

Título: Enano Rojo: Último Humano

Autor: Doug Naylor

Portada: Juan Antonio Gonzálvez

Precio: 17,95 €

Tamaño: 22x15 Cm

Páginas: 240

Isbn: 978-84-96013-80-3

colección: Albemuth Internacional


SINOPSIS:

“NO ABANDONÉIS TODA ESPERANZA”, rezaba la inscripción en la parte superior de la gran verja de hierro forjado que cruzaba de lado a lado la carretera que no conducía a ninguna parte. Al otro lado, apenas entrevista, coronando una pequeña loma, en mitad de la nada, una gran mansión de estilo victoriano: el extraño lugar al que la gente llegaba contra su voluntad en cualquier medio de transporte, a pie, en coche, en barco, en avión… un singular sanatorio donde la gente se curaba, o no, del mal de vida, bajo la férrea presencia y control del doctor Moira. Un lugar donde nada era lo que parecía y que guardaba en sus entrañas un terrible secreto…

Con “El extraño lugar” Domingo Santos da un brusco giro a sus temáticas habituales y nos ofrece una densa historia de angustia, suspense y terror propia de un Stephen King. Inspirada en un hecho real, fue en principio un guión cinematográfico. Su transformación en novela hace que no pierda ni un ápice de su intensidad.

El libro se encuentra ya a la venta en librerías especializadas, generales y grandes superficies. Si tenéis dificultad para encontrarlo, solicitadlo directamente a vuestro librero habitual, o bien a grupo_ajec@msn.com

Se puede leer un anticipo de la novela en la web www.grupoajec.es en desde este enlace:

http://www.grupoajec.es/index.php?option=com_sobi2&sobi2Task=sobi2Details&catid=3&sobi2Id=136&Itemid=3

Seudónimo de Pedro Domingo Mutiñó, Domingo Santos es uno de los más notables escritores españoles de ciencia ficción. Nacido en Barcelona en 1941, no solo es escritor, si no que ha ejercido como traductor y muy principalmente como editor de este género a lo largo de más de 30 años.

Desde su primera novela publicada (“Volveré ayer”) en 1961, su carrera tomó un rumbo que le llevó a ser primero escritor y posteriormente editor, recopilador, director de colecciones y traductor, siendo uno de los máximos promotores del género en España. A él se le debe la aparición, entre otros, de la mítica revista Nueva Dimensión.

Autor de más de una veintena de novelas, entre ellas podemos destacar Gabriel (1962), que fue traducida a diversos idiomas. También destacan “El Visitante” (1965), “El extraterrestre rosa” (1983); “Hacedor de Mundos” (1986); “Bienvenidos al bicentenario del fin del mundo” (1998), o “El día del Dragón” (2008). También ha escrito y publicado gran cantidad de relatos, y varias antologías.

Actualmente reside en Zaragoza; recientemente fue el director de la nueva encarnación española de la revista “Asimov Ciencia Ficción”, y sigue escribiendo regularmente.

Ficha Ténica:

Título: El Extraño Lugar

Autor: Domingo Santos

Portada: Grupo AJEC

Precio: 14 €

Tamaño: 22x15 Cm

Páginas: 160

Isbn: 978-84-15156-01-7

Colección: Albemuth

www.grupoajec.es

lunes, 15 de noviembre de 2010

MIS MEJORES PESADILLAS

Me entero hoy por mi amigo y paisano Victor Alós, autor del blog Crónicas desde Sepelaci, de que Entertainment Weekly ha decidido elaborar una lista con las que consideran las 20 películas más terroríficas de la historia. Si queréis ver cuáles son, os dejo el enlace para que le echéis un vistazo. A mí con estas listas que elaboran los americanos, me pasa siempre lo mismo: que siempre tengo la sensación de que el mundo se acaba allí donde se acaban las fronteras de los Estados Unidos de América. O dicho de otro modo: que es imposible encontrar una sola película no-americana en la lista. Incluso en el caso de The Ring, han pasado olímpicamente del original japonés de Hideo Nakata y, por el contrario, se han decantado por hacerse eco solamente del remake yanki de Gore Verbinski.

En cualquier caso, y discutiendo un poco por Facebook sobre lo acertado o no de la lista, Victor me ha propuesto que cada uno elabore su propia lista. Así pues, aquí tenéis la mía. Son películas que, por A o por B, me han impresionado particularmente en un momento determinado de mi vida (o aún ahora), que creo que funcionan estupendamente como metáforas de otras cosas o, simplemente, como films de género puros y duros. Algunas coinciden con la lista de Entertainment Weekly, otras se desmarcan bastante de su visión. Pero desde luego, todas me encantan. Podéis ver mejor el (cutrísimo) tapiz clickeándolo para ampliarlo.


Ahora viene cuando me cago en todo por no haber incluido esta o aquella, pero bueno, es lo que siempre pasa con las listas. ¿Cuáles son vuestras preferidas?

domingo, 7 de noviembre de 2010

ENTREVISTA A FERNANDO CÁMARA


A veces, Walpurgisnacht tiene esas pequeñas sorpresillas, esos lujos que tal vez no nos podamos permitir a menudo, pero que cuando ocurren, nos dejan encantados. Hace unas semanas os hablaba de NecróParis, la fabulosa novela de Fernando Cámara que nos trasladaba a un Paris de pesadilla, totalmente alucinado, y que por cierto, podéis encargar cómodamente en el siguiente enlace. Pues bien, hoy tenemos para que nos hable un poco de los entresijos de la novela nada menos que al propio autor, a quien tuve el placer de conocer hace un par de semanas en la presentación de su libro en La casa del libro de Gran Vía. Es una entrevista de la que estoy muy orgulloso, espero que la disfrutéis.


El libro parece estar inspirado en vivencias propias durante un viaje a Paris. ¿Tan infernal fue la experiencia?


Todo lo contrario. Fue el clásico viaje de pareja que busca un pequeño respiro. Romper rutinas y alejarnos unos kilómetros. Pero no sabíamos que el centro de la ciudad moría a las ocho de la tarde y quedaba completamente vacío. A excepción de aquellos inquietantes mendigos…



Como comentaba en la reseña hace unos días, considero que NecróParis muestra la capital francesa como una perversión de la leyenda que ella misma ha creado: esos disturbios estudiantiles, las huelgas constantes, la revolución de las clases obreras… lugares comunes que nos vienen a la cabeza cuando se habla de Francia, pero pasados por un tamiz de todo punto perverso y casi grotesco. ¿Fue esto muy premeditado?


No. Casi nada ha sido premeditado en esta novela. Yo diría que, más que escrita, fue ametrallada. La estructura de la historia es la del viaje real, aquellos tres días y noches y las visitas a los lugares característicos. Luego, claro está, los años de guionista ayudan a mantener la historia en movimiento y surtirla de giros. Pero toda esa inversión del París romántico fue llegando a cañonazos. Supongo que es algo que subyace en esa ciudad y que mucha gente lo vería así también si no tuviera miedo de apartarse de tanto tópico inducido. Pero si hubiera decidido hacer la novela sólo para invertir las clásicas percepciones, me temo que habría sido mucho más intelectual, más meditada, y se me habría visto el plumero.

Ocurrió algo similar con mi primera película, "Memorias del ángel caído", en la que, durante una misa, los fieles mueren en masa porque las obleas de la comunión están envenenadas. El Cuerpo de Cristo, que supuestamente da la vida a los creyentes, aquí se la quita. San Miguel mata al demonio en la iconografía católica, y aquí el demonio, humanizado, arranca la lanza de la escultura del santo para contraatacar, etc… En fin… supongo que juego a descolocar nuestro mundo, que ya de por sí tiende a descolocarse.



En diversas reseñas que he leído se insiste mucho en las influencias de El quimérico inquilino o La invasión de los ultracuerpos. Y sin embargo, esa narración alucinada y pesadillesca de tu novela a mí me remitía más bien al cine de David Lynch o David Cronenberg. ¿Hay algo de eso? ¿Qué influencias reconoces?


Supongo que todas. Somos hijos de lo que vemos, leemos, nos cuentan y vivimos. No podría negar ninguna influencia en ese sentido. Quizá esa sensación de tipo que se resiste a convertirse en un ultracuerpo me ha acompañado toda mi vida. Intento que no se me note, que los demás no advirtáis que todavía tengo sentimientos, pero me temo que cada vez lo hago peor. Una noche, despertaré al escuchar pasos cerca de la cama y sé que me encontraré con el bueno de Donald Sutherland gritándome mientras me señala con el dedo. Será una guerra de chillidos porque sospecho que yo también gritaré. Y me pregunto, ¿qué pensará mi mujer de todo esto al ver tanta violencia gutural en el dormitorio?


También se comenta mucho que la prosa de la novela es muy cinematográfica, pese a que yo prefiero considerarla simplemente “muy visual”. Y sin embargo, lo cierto es que hay en la página 66 una expresión a este respecto que me ha llamado mucho la atención: “No lo dice, pero durante un par de fotogramas se ha advertido el gesto”.



Me alegro infinito que hagas esa distinción entre visual y cinematográfico. NecróParis no es un guión sino todo lo contrario. Abusa de mundo interno, de reflexión, que es lo opuesto al cine, que casi nunca frecuenta el interior de las cabezas. Esta novela tiene bastante diálogo y, a la vez, muy poca descripción, justo lo opuesto a la disciplina audiovisual. Pero me temo que el que sea una lectura ágil, dinámica, que no se detenga en detalles, puede haber confundido a algunos lectores que, al conocer mi trayectoria en el cine, han conjeturado erróneamente.

En cuanto a eso de “un par de fotogramas”, es cierto que viene de mi sector, pero era tan gráfico que… no me resistí.


Los protagonistas del libro podrían considerarse casi la quintaesencia de la perfección en pareja. De hecho, a menudo se habla de esa simbiosis que han llegado a alcanzar con los años. De algún modo, ¿podría considerarse lo que les ocurre en París como una especie de castigo o ajuste de cuentas del destino por esa perfección? Hay una frase, en la página 84, que me dejó con la duda: “(…) te tengo a ti, que eres el cielo. Y por eso merezco mi porción del infierno”.


En realidad no es una pareja tan perfecta. La simbiosis, si repasas bien el relato es sobre todo de fobias y enfermedades. Es cierto que da la sensación de pareja unitaria, pero es a base de aceptar siempre cosas del otro. Y además se fantasea con una posible infidelidad para caldear la aburrida estabilidad de los años.


No he escrito la novela desde el púlpito de un ruin demiurgo que los castiga por vivir felices. La he contado a ras de suelo, desde el punto de vista de los protagonistas. Y si él cree que puede sobrevenirle un infierno es porque teme que después de varios años de arena le pueda caer un puñado de cal en los ojos. Son una pareja ya madurita que conocen algo sobre la vida y sus fases.



Creo que uno de los grandes logros de la novela es la facilidad con que mezclas los diálogos y la narración, sin que la ausencia de marcas discursivas dificulte para nada la comprensión del texto. ¿A qué se debe esta decisión?


Es una neuronovela. Una pesadilla. Un estado de ánimo. Una aventura dentro de la cabeza. Y ahí, como en los sueños, todo resulta algo difuso. Puede que hablen varios personajes pero todas esas voces resuenan dentro de una misma caja craneal: la mía; la del lector. Por eso quito los guiones de los diálogos. A mi juicio expresa mejor este discurso mental.



Pese a tu obvia capacidad para perturbar, he de reconocer que NecróParis está punteada de múltiples momentos de comicidad yo creo que enteramente buscada (algunos diálogos entre la pareja, esa recepcionista que habla un castellano espantoso…). ¿Estabas tratando de oxigenar un poco la novela, de hacerla algo menos oscura?



Lo cierto es que siempre he mezclado aspectos cotidianos con momentos extremos. Supongo que es mi estilo. Y eso me ha costado ciertos rechazos en el cine. Mis mejores películas duermen por ahora en el limbo de los sueños por el miedo de los productores a asumir esa mezcla. Y es una pena, porque así es la vida: cruel y cotidiana. Jocosa y aburrida. No sé entonces a qué tanto recelo a mostrársela así al público, aunque sospecho que simplemente se debe a que no responde a un estándar.


Si lo analizas bien, no es tanto un recurso cómico como parte de una realidad. Que hay recepcionistas que hablan así de telegráficas, es cierto. Y que los matrimonios, en su intimidad dicen tontunas y cosas absurdas, también lo es. Pero no deja de ser divertido poder espiar a una pareja desde dentro y sonreír ante esos códigos propios que, por otro lado, resultan totalmente universales.

Además, es cierto, oxigena. Pero no soy tan genial como para medir el pulso de la novela con tanto detalle. Creo que el mayor efecto de este “humor cotidiano” es dibujar mejor a la pareja y aumentar así el sufrimiento que viven porque, de alguna forma, ya son como de tu familia.


La habitación 561 llega a adquirir durante la novela casi un aura mítica, al estilo de la habitación 237 de El resplandor. ¿Por qué ese número en concreto?



Pues… no lo sé. Es posible que fuera el número real de la habitación que nos dieron. Desde luego, no creo que tenga nada cabalístico. ¿O sí?



Un detalle que me ha llamado mucho la atención es la organización de los capítulos. Las noches, que es donde se desarrolla principalmente la vertiente más abiertamente alucinada de la historia, quedan divididas en “PRIMERA NOCHE”, “SEGUNDA NOCHE” y “TERCERA NOCHE”. En cambio, en los días hay una ruptura total en lo que a continuismo se refiere: “DIA UNO”, “JOUR DOS” (que no “JOUR DEUX”), “TROIS”.



Fíjate, una vez más invirtiendo el mundo. En realidad son las noches las que “devoran” a esta pareja, pero se mantienen en su idioma. Sin embargo, las dulces mañanitas, donde todo recupera su lógica relativa, se van transformando progresivamente en francés. Al final, como alucinan los propios protagonistas, entienden el idioma sin conocerlo. ¿? Quizá todo responda a que el miedo es un lenguaje universal. Qué bella frase. Ahora sí que me auto-asombro.



NecróParis
es una obra que me encantaría ver llevada al cine, y sin embargo, temo que muy pocos directores sabrían conservar el sabor del libro sin traicionarlo de un modo u otro. ¿Tú cómo lo ves?


Yo no lo veo. Sólo lo leo. Por un lado también me gustaría ver esa película, pero no pienso luchar un solo gramo por ella. La esencia de NecróParis está en la novela. Y, de alguna forma, yo ya he vivido visualmente la aventura. La película está dentro de mí, y espero que también del lector, a su manera. La lucha por convertir la novela en cine es muy dura, porque esta historia es tan personal (que no autobiográfica) que sufriría por cualquier detalle que no se correspondiera con lo imaginado. Desgraciadamente el cine es una disciplina plagada de concesiones. Interviene demasiada gente. Y además hay que trabajar en el mundo real, con todas las renuncias que eso conlleva. Pero si algún machote con redaños y buen talento se atreve, que levante la mano.



¿Algún nuevo proyecto literario a la vista? ¿Quizás cinematográfico?



En cine tengo decenas de cosas en danza. El destino hará su elección. Siento no ser más específico pero me pondría a hablar de cada una de las criaturas que habitan mi limbo de guiones y llenaría varios blogs intentando haceros ver las delicias de esos mundos.


En literatura nada por ahora. De alguna forma me he acercado a la novela huyendo de las servidumbres del cine y no pienso caer en ningún otro tipo de servilismo, incluido el mío propio. Ideas hay a patadas pero necesito que el tiempo y el instinto actúen.

Son mis mejores aliados.


miércoles, 3 de noviembre de 2010

"10 BILLETES PARA EL FIN DEL MUNDO"

Pues nada, gente, hoy toca promoción. De una antología de relatos, en concreto, editada por el sello Grupo Ajec. Dado que, de momento, no lo he podido leer aún, me limito a reproducir la nota de prensa.


Os informamos que ya está a la venta el nuevo libro de Ajec, “10 Billetes para el Fin del Mundo”, una antología colectiva del Círculo de Escritores Errantes.


SINOPSIS

Diez travesías, un destino. En una estación imposible, más allá del espacio y el tiempo, los miembros del Círculo de Escritores Errantes te esperan para que subas con ellos al tren del fin del mundo, para que les acompañes hasta la última de todas las paradas. Nadie sabe si ha sido la fatalidad, la ciencia, la misma Tierra cansada de nosotros o nuestra inconsciente mano quien ha precipitado los acontecimientos, pero el momento ha llegado. Aprieta los dientes, agarra con fuerza tu billete y arrepiéntete de todas tus faltas pues, una vez en marcha, este tren sólo se detendrá al final de su trayecto: el fin del mundo.


El libro se encuentra ya a la venta en librerías especializadas, generales y grandes superficies. Si tenéis dificultad para encontrarlo, solicitadlo directamente a vuestro librero habitual, o bien a grupo_ajec@msn.com


Los relatos incluidos en la antología son los siguientes.

Eirene. (Ernesto Fernández)

K. o la felicidad. (Daniel Pérez Navarro)

Wolframio Syndrome. (David Valero Barjola)

Fallo crítico del sistema. (Alex Godmir)

Por un mundo mejor. (Miguel Puente)

Cadena alimenticia. (Juan Ángel Laguna Edroso)

El viaje de la mente. (Agustín Luzárraga)

5 Minutos para la medianoche. (Jose Ramón Vázquez)

Las horas muertas. (Miguel Cisneros)

Sustracción de variables. (Manuel Mije)


Título: 10 Billetes para el Fin del Mundo

Autor: Círculo de Escritores Errantes

Precio: 11 €

Tamaño: 22x15 Cm

Páginas: 186

Isbn: 978-84-15156-00-0



sábado, 30 de octubre de 2010

CUENTOS DE HALLOWEEN

Ya está, ya lo tenemos ahí a punto de caramelo: Halloween, amigos. Una festividad polémica donde las haya, como todas las que se han mercantilizado, pues impepinablemente hay gente que sigue convencida de que es un invento de Walmart para vender mamarrachadas de ultratumba y aseguran que ellos no son nada de eso. En fin, que os traigo un regalito halloweenero. En concreto, una antología que hemos elaborado los miembros de Nocte, la Asociación Española de Escritores de Terror. Titulada Hatajo perverso (no, no hay ninguna errata en el título, buscad en el diccionario) y editada por 23 Escalones, se trata de una colección de microrrelatos que se lee rapidísimo. Las aportaciones de servidor a la antología son dos: El Chingón y Carne de calabaza, respectivamente. Y lo que todos os estaréis preguntando: ¿cómo se baja la antología, que por cierto, es gratuita? Pues pinchando la imagen inferior.


Fijaos que, cuando se abra el enlace, hay unas especificaciones que os marcan lo que tenéis que hacer para poder leer adecuadamente el archivo, porque esto es una modernidad y un futurismo que ni te cuento: o sea, que es tipo ebook y tal. A propósito, me dicen que la antología está siendo un exitazo (sólo ayer a mediodía, ya había más de 500 descargas... y subiendo). Qué fuerte, prima.
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miércoles, 27 de octubre de 2010

RECOMENDACIONES PARA HALLOWEEN

Dado que Halloween está a la vuelta de la esquina, rescato un post que ya elaboré el año pasado para mi otro blog, con diversas recomendaciones cinematográficas que nos ayudarán a pasar una noche de muertos como Lucifer manda.

Por regla general, he tratado de ceñirme a unos mínimos: que sean películas divertidas, más o menos con un espíritu joven y no de miedo, lo que se dice miedo de verdad. Porque, claro, no vas a estar tomando unas patatas chips y un ponche con los vecinos, con los niños por ahí correteando... y viendo Martyrs o (Rec). Pues no, un poco heavy. Ah, también he añadido un olvido imperdonable que se me pasó por alto (y que, de hecho, es el que abre la lista). Así que allá va...


UNA PANDILLA ALUCINANTE: Los 80 ya sabéis cómo fueron: muy de niños que salvan el mundo (o, por lo menos, su barrio). Y The Monster Squad era esa película divertidísima de aventuras protagonizada por una especie de Goonies que, en lugar de ir en plan Greenpeace, iban más rollo Van Helsing. Cuánto bien nos ha hecho la Universal...


THE ROCKY HORROR PICTURE SHOW: Ideal para las que os gusta poneros un taconazo, una mascarilla de glitter y unas buenas pestañas postizas mientras os lo bebéis todo. Para bailar, hacer el time warp y tener sexo promiscuo con todas las razas del espacio. Muy esperpéntica, pero de un clásico que tumba.


NOCHE DE MIEDO: Y volvemos con los toques ochenteros, que nunca están de más. Te subes los vaqueros por encima del ombligo, te pones la banda sonora de Footloose como hilo musical... ¡y a disfrutar del cine que se hizo durante el reinado de Eva Nasarre! Noche de miedo es la mejor elección para disfrutar de ese terror cómico de los 80, con adolescentes heroicos, vecinos vampiros y novias que visten muy mal.


THE CRAFT: Lo siento, me niego a transcribir el título español, porque considero que puso su buen granito de arena para que nadie se la tomara en serio. Y es que, claro, leías Jóvenes y brujas y te esperabas un artículo de investigación del Vale. Pero no. La película sabe retomar la combinación de terror y comedia juvenil de los ochenta para llevarla al terreno de los 90. Y le sale bien la jugada.


ELVIRA, SEÑORA DE LA NOCHE: El título suena a película erótica, pero no lo es... del todo. Porque las mamellas de nuestra protagonista alcanzan la categoría de épicas, pero saben compartir el protagonismo con la dueña de las mismas. Elvira es un clásico de Halloween y la película demuestra por qué. Para los amantes de las brujas sexys, las pezoneras y las pociones.


HALLOWEEN, EL ORIGEN: Sí, ya sé que dije que no iba a poner pelis propiamente de terror de verdad, pero bueno, el que tiene boca se equivoca. Y yo me he equivocado con premeditación y alevosía, porque poner un ranking de pelis para Halloween y no incluir ninguna peli de Mike Myers (no el de Austin Powers, el otro), ¿pues qué quieres que te diga? Me parece un acto de maldad. Me he decantado por el remake de Rob Zombie porque lo considero notablemente superior al original, con Jamie Lee Curtis o sin ella (aunque hay que admitir que la chica que toma el testigo de scream queen es como pa matarla viva, las cosas como son).


TRICK'R'TREAT: La película perfecta para Halloween, no admito discusiones. La vi recientemente y me quedé no labio. Muchos dirán que no es para tanto y que no es perfecta, pero yo creo que dentro de sus parámetros sí que lo es. Divertida pero también terrorífica, imaginativa, con un diseño de producción sensacional y capturando como ninguna otra antes la magia de esta noche tan aparentemente americana. Os dejo el trailer para que se os hagan los dientes bien largos. A mí, la verdad, me tiene enamorado. De nada...

Como véis, os he dejado la lista con suficiente antelación para que os las podáis bajar... de la estantería del videoclub. Sé que me dejo en el tintero muchas, pero confío en que vuestras viperinas lenguas me recuerden cuáles son exactamente. Chau Chau.

lunes, 25 de octubre de 2010

"LA CASA DE LAS SOMBRAS": TERROR CON SABOR CLÁSICO

Bienvenido a la casa de las sombras. Bienvenido al hogar de los monstruos. Bienvenido a este viaje a lo más hondo de su existencia. Olvídate de las leyes de los hombres, porque estas nada significan para ellos. Olvídate de la mecánica que rige el alma de las personas. Prepárate a visitar el otro lado del espejo.

Los monstruos no existen para nosotros, ni por nosotros. No son nuestros reflejos deformados, aunque su silueta nos resulte familiar. Por eso, si franqueas el umbral, prepárate para visitar el otro lado, otra dimensión. Sus cuitas y sus anhelos no son los nuestros, pero queremos conocerlos.

Así reza la contraportada de La casa de las sombras, de Juan Ángel Laguna Edroso, una novela breve (apenas 100 páginas) que acabo de leer y me ha sorprendido gratamente por varios motivos. Antes que nada, decir que tuve el placer de conocer al autor (y compañero en Nocte) durante la presentación de su novela hace unas semanas y me pareció un tipo fantástico, accesible y de lo más agradable. Pero bueno, vamos a la novela, que es lo que nos interesa aquí. El principal motivo para leerla, sin duda alguna, reside en esa prosa cuidada y de sabor inequívocamente clásico, a veces casi barroco diría yo, que sirve para dar forma a una historia de ambientes góticos en la que tienen cabida elementos con los que cualquier amante del género está más o menos familiarizado. Mansiones decadentes, apariciones fantasmagóricas, niños inquietantes, nigromantes, oscuros secretos de familia, espejos que parecen ocultar algo más que el reflejo de quien se mira en ellos...


Por otro lado (y esto entronca directamente con lo mencionado arriba) la otra gran baza de la obra que nos ocupa está en la habilidad de Laguna para recrear ambientes. A lo largo de sus páginas, el lector casi puede rozar el limo resbaladizo bajo sus pies, percibir el frío calándosele el los huesos y oler el aire enrarecido en las estancias de esa mansión de historia incierta, cuyos misterios no acaban de ser revelados del todo hasta las últimas páginas. Como pega, la verdad es que el título no me convence mucho: aunque sea comercial, tal vez algo menos genérico le hubiera hecho un favor. De cualquier modo, ya lo sabéis: si os gusta el terror de sabor clásico, con alguna puesta al día sobre todo en lo que a alguna que otra truculencia se refiere, La casa de las sombras es el regalo perfecto que os podeis hacer para ese Halloween que está a la vuelta de la esquina... y además, a un precio más que razonable.

Juan Ángel Laguna Edroso (Zaragoza, 1979).- Ingeniero químico, inventor del libro de plástico, esgrimista y escritor, actualmente vive en Metz, desde donde dirige la web OcioZero.com y trabaja como traductor freelance. Es miembro de Nocte, del Círculo de Escritores Errantes, de la Asociación Aragonesa de Escritores y editor de la revista digital La biblioteca fosca y de la antología periódica Calabazas en el Trastero. Ha publicado la novela Caín encadenado (Editorial Premura, 2000) y en versión bilingüe franco-española “El niño que bailaba bajo la luna” (Nuevos Soportes Gráficos, 2005) con ilustraciones de Jean Gilbert Capietto. Su novela “Lección de miedo” quedó finalista del concurso “Psycho-tau” en el año 2002 y su antología “Pesadillas de un niño que no duerme” del V Concurso de novela corta Rejadorada en el año 2008.

También ha publicado numerosos relatos en antologías y revistas. En su página web, www.abadiaespectral.com, se recoge más información sobre sus proyectos actuales, sus premios literarios y sus publicaciones en Internet.

La Casa de las Sombras es su primera novela publicada en papel, una incursión al lado más tenebroso de su laberíntico imaginario.

LA CASA DE LAS SOMBRAS de JUAN ÁNGEL LAGUNA EDROSO

COLECCIÓN ÚLTIMO ESCALÓN, 1 – Novela

Edición Rústica 190×120 mm

PVP 7,95€

Más información y primer capítulo de la novela en www.dhediciones.com

martes, 19 de octubre de 2010

"NECRÓPARIS": NO HAY BANDA


No sé si es casualidad o tal vez cierta tendencia por descubrir, pero tres de los libros más perturbadores e inasibles (argumentalmente hablando) que he leído en los dos últimos años vienen firmados por autores españoles y, en mayor o menor medida, podrían circunsbribirse dentro del imaginario del terror. Ahí tenemos El país del miedo, de Isaac Rosa, una novela que rehúye todos los tópicos posibles al respecto para ofrecernos un fresco vigoroso e incisivo sobre nuestros miedos cotidianos. También tenemos Tan dulce, tan amargo de Roberto Carrasco, que en su primera mitad desgrana una historia profundamente perversa, provocativa y visceral, y que si de algo carece es de concesiones al consumo masivo. Y por supuesto, ahí tenemos (no me cansaré de decirlo) Bebés jugando con cuchillos, la apasionante antología de Santiago Eximeno, tan rebosante de imaginación y calidad que sólo puede provocar envidia de la sana en un escritor como yo.

Pues bien, por lo que a mí respecta, a esta peculiar corriente viene a sumarse ahora Necróparis, la primera novela de Fernando Cámara. Hasta ahora, Cámara era conocido sobre todo por su labor como realizador cinematográfico (no en vano, a él debemos por ejemplo Memorias del ángel caído, excelente película de género que aportó algo más que un granito de arena a la hora de dignificar y dar dimensión al cine de terror español durante la década de los 90). Una vez leída su novela, podemos asegurar sin temor a equivocarnos que a Cámara el celuloide le viene pequeño. Y es que Necróparis es una obra terriblemente imaginativa, aparentemente anárquica dentro del uso de esa imaginería arrolladora que tiene, y sin embargo poseedora de una lógica férrea. No me extraña que haya acabado siendo una novela: si se quisiera llevar al cine una historia como la que encierran estas páginas, el presupuesto se dispararía... y con toda justicia.


Como ya os conté el mes pasado
transcribiendo la nota de prensa del libro, el argumento viene a ser el siguiente: "Una pareja en viaje romántico por París descubre que la ciudad se torna misteriosa e inhóspita por las noches. Se sienten asediados por las calles y en su propio hotel. Por la mañana dudan de lo ocurrido, pero pronto volverá a oscurecer y la situación se repetirá con mayor intensidad. (...) NECRÓPARIS es una road movie en un fascinante París nocturno que se vacía para el horror. Un misterioso hotel que cambia de lugar. Mendigos que devoran a las clases altas. Las temibles zonas de neón rojo. Mapas imposibles. Estudiantes en plena revuelta. Maniquíes vivientes. Novias que envejecen por momentos. Obreros asesinos entregados a una nueva revolución…" ¿Cómo os quedáis? Muertos de ganas por leerla, obviamente.

La gran virtud de Necróparis (y os aseguro que de esto va bien surtida) es que difícilmente encontraréis nada parecido dentro de la oferta editorial española en estos momentos. Sobre todo, porque es una historia que se debe sólo a sí misma, ajena a modas y tendencias, lo cual hace que acabe siendo absolutamente personal y auténtica. Sin embargo, el autor se las ingenia para que en ningún momento se haga pesada, más bien al contrario, pues la prosa es tan ágil y visual que se convierte en uno de los rarísimos casos en que el tópico de "es un libro absorbente, no puedes dejarlo" se torna un piropo con todas las de la ley. Frases cortas y llenas de significación para dar forma a una historia intrigante y alucinada, tan cargada de emotividad como de humor y tensión. La nueva Revolución Francesa, automatonofobia, canibalismo, el escalofriante mago Mandrake, perversos juegos de un subconsciente tan propio como colectivo y, al final de todo, esa París pesadillesca, real y soñada al mismo tiempo. Una ciudad reinventada en base a una perversión de la leyenda que ella misma ha creado, y que que nos remite explícitamente a clásicos como El quimérico inquilino, pero también a muchas otras referencias ilustres, desde La invasión de los ultracuerpos hasta las inquietantes paranoias de David Cronenberg o David Lynch.

Sin más que añadir, pues, y con tal de no destripar demasiado esta joya, me despido emplazándoos a que la leáis. La encontraréis en NGC Ficción! (y en una edición de lo más atractiva, por cierto). Mientras tanto, también podéis echar una ojeada al blog oficial de la novela, que no está nada mal.

La Nueva Carne ha nacido en las cloacas de la capital francesa...
¡No hay banda! Il n'y a pas d'orquestre!


lunes, 18 de octubre de 2010

SITGES 2010 BONUS TRACK: FANTATERROR ESPAÑOL

Y ya para finalizar nuestro periplo por lo que dio de sí el Festival de Sitges de este año (al menos, lo que pudimos vivir en nuestras cannes), acabo con una recomendación editorial: Profanando el sueño de los muertos, subtitulada muy elocuentemente como La historia jamás contada del cine fantástico español. Escrita nada menos que por Angel Sala, el propio director del festival, y editada por Scifiworld con un diseño bastante lujoso, se trata de una especie de guía por ese grueso de películas que, al menos en líneas generales, tan desconocido sigue resultando al gran público. ¿Cine fantástico español? ¿En España? Pues sí, amigos, aquí se han hecho muchas, muchísimas cosas mucho antes de que Alex de la Iglesia pusiera el pie en la escena nacional... aunque, de hecho, Sala reconoce la importancia decisiva del realizador vasco a la hora de insuflar oxígeno a la producción cinematográfica española, en este sentido.


Pasaremos por alto las múltiples erratas que tiene el libro, así como algún que otro disloque ocasional de fechas, pues el contenido es tan apasionante (y apasionado) que uno lo disculpa todo. Desde aquí, mi felicitación a Sala por defender sobre papel un género que, hasta muy recientemente, la crítica y la opinión general había ido silenciando, cuando no sepultando, hasta el punto de que casi se había hecho realidad ese tópico que reza que "el cine español sólo va de guerra civil, putas, maricones y yonkis". Para los que, atrincherados tras la opinión general, sigan defendiendo esto, simplemente les invito a que echen un vistazo al libro. Seguramente, les dejará no poco sorprendidos.


Y ahora sí, despido las entradas sobre el festival compartiendo con vosotros la fotografía superior, que registra el encuentro sorpresa que servidor tuvo con Javier García Rodríguez, escritor de El celuloide rosa (completísimo libro que repasa la historia del cine lgtb), así como creador del blog homónimo. Fue un encuentro breve, pero muy agradable., así que esperemos que el año que viene nos dé para algo más.

domingo, 17 de octubre de 2010

SITGES 2010: CUARTO Y QUINTO DÍA.

Hoy me cargo de una tacada los dos últimos días, ya que tampoco fueron tantas pelis. Allá vamos:


Aunque a mis dos acompañantes no les convenció tanto, A horrible way to die (esto sí que es saber poner títulos a las cosas) me pareció una propuesta bastante interesante. Se trata de un thriller con psicópata incorporado, pero que carga más las tintas en la vertiente dramática del asunto que en la casquería. De hecho, la mayoría de crímenes no los vemos sino cuando ya se han cometido. Además, tiene un twist final de lo más curioso y los dos protagonistas están bastante bien. El problemón es que el director tenía unas inquietudes artísticas que ni te cuento, así que pensó que lo mejor sería rodarlo todo cámara en mano, pero a hombros de un yonki en pleno ataque de mono. Como resultado, la cámara temblequea más salvajemente de lo que jamás hayas visto (¡más que en El proyecto de la bruja de Blair!), y para colmo, venga o no venga a cuenta.


Ángel Sala ya avisó en Scifiworld de que esta película tres delicias iba a ofrecernos los asesinatos más barrocos del festival. Y cuánta razón tenía, el jodío. Poque Dream Home nos narra la odisea particular de una pobre mujer que se muere por conseguir un apartamento cuqui y asequible en la encarecidísima Japón, de modo que decide montar un sonoro escándalo cargándose a todos los inquilinos de un bloque de apartamentos, consiguiendo así que los precios bajen como resultado. Lo mejor del film, a mi entender, las escenas de asesinatos, que tienen una planificación y una imaginación alucinantemente hilarantes. Lo peor, las digresiones y constantes flashbacks para que veamos lo chunga que es la vida de la prota, que a mí personalmente nunca llegaron a interesarme demasiado. A propósito, me entero de que la actriz protagonista se ha alzado con el premio a la mejor interpretación femenina del festival.


Shock Labyrinth 3D: terror japo trasnochado, con toda su parafernalia de Yoko Onos greñudas, flashbacks de un pasado trágico, bla bla bla... ah, y con un uso del 3D francamente pobre. Lo mejor, un par de escenas visualmente bonitas (demasiado poco como para recomendarla, desde luego).


Menos mal que no nos marchamos del festival después de la japo, porque Black Death por lo menos nos dejó un buen sabor de boca (no un exquisito sabor de boca, pero sí bueno). Viene a ser una aventura histórica ambientada en una Edad Media bastante oscura y realista, sin florituras (al principio, me recordaba un poco a El nombre de la rosa). Os comento que el cartel que he colgado es tremendamente engañoso, pues parece que sea por lo menos El señor de los anillos 4 y, desde luego, nada que ver: Black Death es más bien un drama sombrío que, tomando como base el azote de la Peste Negra en Europa, reflexiona en torno a la irracionalidad y la intolerancia de los fundamentalismos (pertenezcan estos a la religión que pertenezcan).

jueves, 14 de octubre de 2010

SITGES 2010: TERCER DÍA



Me cuesta bastante decir que The Ward, lo último de John Carpenter, es un truño como un puño. Entre otras cosas, porque Carpenter es un tío con mucho oficio, que nos ha dado algunas de las gemas del cine fantaterror de todos los tiempos. Pero por otro lado, y apoyándonos sobre todo en este último argumento, me resulta inevitable percibir su última película como una decepción más o menos sonada. Sea como fuere, digamos que se perfila como un film más o menos entretenido, que se deja ver, como mucho "correcto"... pese a ese final pretendidamente sorpresa que ya habíamos visto en otra película de suspense hace muchos años. Y sobre todo, pese a ese uso tramposísimo de subir el volumen a lo bestia para dar sustos (que parece mentira, señor Carpenter, a estas alturas).


Hace unas semanas Sonix ya hablaba en su blog de esta película, que al igual que ocurriera con Carne de neón, comenzó siendo un corto que luego pasara a largo. Cuando vi el trailer en su día, se me quedó la idea de que era una película bastante oscura y macabra... pero no. A ver, sí, en la idea de base hay mucha mala leche y mal rollo, pero el caso es que el director la ha preferido resolver de otra manera. En concreto, como un divertimento de sabor marcadamente ochentero, con un niño protagonista que se comporta como todo un héroe (por mi cabeza no dejaron de cruzarse títulos como Los Goonies o Una pandilla alucinante) a la hora de enfrentarse al auténtico Santa Claus y sus secuaces. En definitiva, que lo que pudo haber sido una decepción tremenda, se convirtió en una sorpresa bastante agradable. Recomendada para quienes aún conservan un poco de los niños que una vez fueron.


Y llegamos al plato fuerte (fortísimo, diría yo) de la jornada... y, en general, del festival (con permiso de A Serbial Film). Hace un par de años, el mazazo de honor nos lo dieron Martyrs e Eden Lake. El año pasado, no recuerdo que tuviéramos siquiera mazazo de honor. Este año, el turno es de Secuestrados. A la salida de la película, teníamos sensaciones encontradas sobre lo que acabábamos de ver. A mi amigo Javi le pareció peliculón. A nosotros nos gustó, pero encontrábamos que faltaba "algo" que diera sentido a la película, más allá de hacértelas pasar perras (pero mucho) durante lo que dura su metraje. Luego ya leímos entrevistas al director, Miguel Ángel Vivas, y descubrimos que su objetivo no era otro sino ese: hacerte vivir en tus propias carnes, de la forma más ajustada y en primera persona posible, la experiencia de lo que vendría a ser uno de esos allanamientos de morada por parte de una banda del Este, lleno de tensión y violencia. Dicho lo cual, podemos afirmar que la película cumple al 100% con su cometido. Y aún así, yo sigo preguntándome: ¿hasta qué punto es legítimo que sea ese y ningún otro el objetivo? Pues no lo sé, la verdad... En cualquier caso, es valorable lo cojonudamente que está rodada, a base de una sucesión de planos secuencia que yo calificaría de virtuosos (sobre todo, teniendo en cuenta que hay bastante acción y riesgo), así como unas actuaciones generalmente solventes, entre las que sobresale la eternamente ninguneada Manuela Vellés, que interioriza hasta tal punto su personaje que te estruja las tripas como pocas veces me ha ocurrido delante de una pantalla. De nuevo, no sé hasta qué punto la recomendaría. Hay películas como Irreversible o Funny Games (con la que tanto se la ha comparado, por cierto, y creo que algo gratuítamente) que te las hacen pasar putas con un objetivo claro, con un mensaje, incluso con pequeños rayos de luz que oxigenan tanto mal rollo. Secuestrados no: la oscuridad es asfixiante, inabarcable, inexorable... y quizás esa falta absoluta de concesiones sea precisamente una virtud. Sin embargo, y aún a sabiendas de que sería injusto tacharla de torture porn absurda sin más, la verdad es que no sé si hoy por hoy lo tengo tan claro.


El peque haciendo un auto-photocall.

miércoles, 13 de octubre de 2010

SITGES 2010: SEGUNDO DÍA

Seguimos con nuestro pequeño recorrido por lo que pudimos ver en nuestros cinco días en el festival de este año (y lo de que "pudimos" no puede ser más literal, porque ya el primer viernes era una barbaridad la de sesiones con entradas agotadas... ¿alguien dijo crisis?).


La gracia de La casa muda se supone que es que se trata de terror en tiempo real, esto es, una película rodada aparentemente en un solo plano secuencia. Os anticipo que esto es una mentira como un piano de cola, pero vamos, también se ha dicho tradicionalmente (incluso hoy en día) que La soga de Hitchcock está rodada del mismo modo y allí se ve aún más el truco. Dejando de lado tecnicismos, en todo caso, vaya por delante que Gustavo Hernández cumple sobradamente con su cometido: ponerte mal cuerpo durante hora y media, jugando tan sólo con la oscuridad, una casa que da bastante mal rollito y una protagonista que sabe asustarse. No es que la película haya inventado el agua tibia (de hecho, pueden detectarse aquí y allá claras influencias de muchos otros éxitos recientes del terror como Rec o Alta Tensión), pero como decía antes, cumple bien su cometido. A propósito, y como valoración muy positiva, he de decir que desde Juegos salvajes no recuerdo haber visto un uso tan creativo de los títulos de crédito finales, pues decididamente aportan información decisiva para acabar de entender la historia, dando a lo que acaba de verse una dimensión completamente nueva (y bastante más terrible de lo que había parecido hasta ese momento, por cierto).


Si había un pase al que iba casi totalmente a ciegas, ese era el de Carne de neón. Nos atraía sobre todo Macarena Gómez (que, por cierto, estaba in person detrás nuestro en las taquillas, pero fuimos unos rajados y no le dijimos nada) y el hecho de que la dirigía Paco Cabezas, el responsable de aquel grandísimo divertimento que es Sexy Killer. Pues bien, menudo sorpresón. De hecho, digo desde ya que es seguramente la película que más he disfrutado en lo que llevamos de año (dentro y fuera del festival) y, sin la menor sombra de duda, la que tuvo una ovación más larga después de su pase (aquellos aplausos parecían no acabar nunca). Vale que no es cine fantástico ni terrorífico... pero qué grande es. Una historia más o menos coral de delincuentes "de buen corazón" muy al estilo de Guy Ritchie, sólo que por suerte, Cabezas sabe llevar la historia a su terreno y lograr un producto que, a mi entender, supera lo que he visto hasta ahora de la cinematografía del inglés. De factura más que impecable (la frase más repetida a la salida del cine será la, a estas alturas, ya un tanto cansina y absurda "No parece española"), con un ritmo endemoniado, tantos momentos hilarantes como de violencia explícita, una historia que engancha desde el minuto uno y jamás decae, unos personajes bien armados y, por suerte para todos, unas interpretaciones que están a la altura de todo lo demás. Leí por algún sitio que Mario Casas repite algunos de sus tics habituales, pero a mí me pareció perfecto para el papel. Aunque quien de verdad se lleva el gato al agua es Vicente Romero, al que yo creo que nadie lo salva de (por lo menos) una nominación al Goya como mejor actor revelación. Muy pero que muy recomendable, no os la perdáis.


Esta entrada la compramos tan sólo por llenar el hueco que nos había dejado otra que se nos cayó y, la verdad, aunque iba con las expectativas por los suelos, acabó siendo una sorpresa agradable. Y es que, ¿qué más se puede contar en tema exorcismos cuando ya tenemos películas como El exorcista o El exorcismo de Emily Rose? La verdad es que la pregunta es como para ponerse escépticos. Sin embargo, The last exorcism logra ser un falso documental que fundamenta sus mayores bazas en un personaje principal yo creo que nunca visto hasta ahora (¿un sacerdote charlatán y avaro que ni siquiera se cree sus propios exorcismos?) y, por supuesto, en lograr de forma muy habilidosa que el público haga suspensión de incredulidad con unas escenas que destilan realismo en todo momento. Mal rollo, tensión, una historia que (al igual que ocurría con la primera del día) no inventa el agua tibia pero funciona... y, como guinda, un final más o menos sorpresivo que no conviene revelar.

SITGES 2010: PRIMER DÍA


Ya estamos de vuelta. Del festival de Sitges, en concreto. Este es el tercer año consecutivo que vamos y he de decir que, después del relativo chasco que nos llevamos el año pasado, hemos recuperado un poco el buen sabor que nos dejó nuestra primera edición. Lo cual significa, en resumidas cuentas, que ha habido un poco de todo y, en líneas generales, nada terriblemente desastroso (ningún "último George A.Romero", por ejemplo... aunque el último John Carpenter no es que sea para tirar cohetes, dicho sea de paso). Durante los próximos cuatro días, pues, voy a comentar lo que vimos día a dia. Empezamos con el viernes...


Sospecho que Catfish será una de esas películas a las que el marketing acabará perjudicando más que ayudando. A este respecto, ya sólo el slogan empieza con mal pie: "No dejes que nadie te cuente lo que es." Y es que, entre lo que nos vende el trailer y lo que se va sugiriendo con el desarrollo de la trama, uno sospecha que este ¿falso? documental en torno a la ciber-relación entre un fotógrafo y la hermanastra de una pequeña pintora le tiene deparada una media hora final tremenda, llena de tensión y malos rollos. Pero el caso es que no, o al menos no de forma evidente: Catfish tiene sorpresa final, sí, pero menos rocambolesca de lo que uno espera. Y te pone mal cuerpo, sí, pero de forma más cerebral que visceral. No es una película de terror, aunque lo que pasa en ella es como para echarse a temblar (o por lo menos, como para darte que pensar). Podría decirse que es una bastante interesante comedia dramática con escapes muy, pero que muy soterrados al terror. Lo malo es que el trailer vende otra cosa... y como decía al principio, seguramente esto acabará pasándole factura.


Y de un ¿falso? documental a un documental con todas las de la ley. Así comenzaba la noche dedicada a la figura de Paul Naschy, seguramente el gran icono del cine de terror patrio. Una pieza producida por Scifiworld, hecha con todo mimo y presentada nada menos que por Mick Garris. Personalmente, no las tenía todas conmigo, pero he de admitir que aparte de profundizar en un personaje al que hasta ahora conocía más bien poco, se me hizo entretenidísima y de lo más curiosa, sobre todo gracias a los testimonios llenos de cariño y humor de decenas de personas que trabajaron, convivieron y admiraron a esa rara avis de nuestro cine. Si os interesa, os dejo un enlace con los cinco primeros minutos del documental, que francamente vale la pena.


¿Qué mejor modo de proseguir la noche que con la proyección de una de las películas más buscadas de Naschy? Se trata de una pieza para los muy fans, obviamente, con el ritmo propio de la época, una factura más bien modesta (por no decir barata) y una serie de defectos que se suplen con el obvio amor por el género que sentía su autor. A destacar, la vertiente marcadamente romántica que se le da al personaje del conde, muchos años antes de que John Badham hiciera lo propio (y aún más años antes que Francis Ford Coppola, claro). Desgraciadamente, se trata de una cinta que ha envejecido mal, y pese a que tiene sus momentos (la aparición de esa especie de muertos vivientes en el castillo o la muerte de las dos vampiras por efecto de la luz del sol), es una lástima que las flaquezas acaben pesando más que los aciertos. En cualquier caso, algo hay que reconocer: los momentos de jocosidad involuntaria del film son de todo punto impagables (véase la muerte de Drácula, sin ir más lejos).


Lo reconozco: La sombra prohibida era seguramente lo que más me apetecía ver de todo el festival. Por desgracia, no puedo decir que la (relativa) decepción que me llevé se debiera a unas expectativas sobredimensionadas: la segunda parte de La herencia Valdemar es un film marcadamente irregular, eso salta a la vista y es innegable. Creo que su mayor defecto es la constatación de algo que, en mayor o menor medida, ya sospechábamos: las dos películas podrían perfectamente haberse fusionado en una sola y todos hubiéramos salido ganando. Lo malo es que, allá donde en la primera parte no había metraje de más y todo parecía más o menos ajustado a la historia, en esta segunda hay demasiadas secuencias y elementos que dan la impresión de sobrar (ese epílogo excesivamente explicativo, casi anticlimático), demasiadas escenas que no aportan nada más allá de una tensión cuyo desenlace ya conocemos de sobra (qué pena de flashbacks, sobre todo los que le cuenta Silvia Abascal a la gitana) y, en definitiva, una historia que no deja de sorprender dentro de su puntual torpeza narrativa, sobre todo habida cuenta de la eficacia casi modélica con que José Luís Alemán nos narró la trágica historia del matrimonio Valdemar en la primera parte. No sé a qué se debe este pequeño bajón en la calidad del binomio, pero no me extrañaría que las críticas encarnizadas (y creo que irracionales) a la primera parte hayan hecho su mella en Alemán, que en esta segunda parece haber querido contentar a todo el mundo menos a sí mismo. En cualquier caso, hay que reconocer que sigue siendo un film de una factura notable, muy entretenido, con más acción que su predecesor y, si bien yo creo que menos ambicioso a nivel artístico, un producto con un acabado bastante satisfactorio, en líneas generales. Sin duda, hay que rendirse a la evidencia de que el binomio La herencia Valdemar no ha acabado siendo "la gran obra del moderno cine fantasterrorífico español" que servidor esperaba... pero eso no es malo. A fin de cuentas, sigue siendo una piedra más en esa nueva cinematografía patria que ya lleva unos cuantos años construyéndose. Y eso nunca puede ser malo.


Me despido con una foto de servidor haciendo auto-photocall a las puertas del Auditori Melià. Mañana, más.