jueves, 5 de enero de 2012

"AJUAR FUNERARIO": SUPOSITORIOS DE TERROR

Retomamos el blog en este nuevo año (feliz 2012, por cierto... y a ver si es verdad que es feliz) con la primera lectura del año. Se trata de Ajuar funerario, de Fernando Iwasaki, un libro editado por Páginas de Espuma, que mi amigo Miguel G. estuvo recomendándome durante meses. Un libro de título sugerente, inquietante... y de portada no menos sugerente e inquietante, como véis, con ese suponemos que militar enterrado de forma muy opulenta con todo su ajuar funerario. (Por cierto, y ahora que no nos oye, a saber qué crímenes contra la Humanidad debe de haber cometido este señor de expresión plácida...)


Ajuar funerario es una antología de narrativa mínima (microrrelatos, en la mayoría de casos) que se enmarca por supuesto en el fantaterror. Una antología que, como todas las de estas características, parece más inofensiva y ligera de leer de lo que en realidad resulta ser. Y es que hay que tener en cuenta lo complicado que resulta ir saltando de forma constante de una pequeña pieza literaria a otra, con el consiguiente cambio de todo (personajes, escenarios, puntos de vista...). Eso por no hablar de la dificultad añadida que implica tener que encerrar todo un mundo, toda una historia y sus significados en unas pocas líneas (que me lo digan a mí, que con mi antología de nanorrelatos Abominatio también me las vi y me las deseé...). Sin embargo, el escritor peruano afincado en Sevilla logra trascender estas trabas y conseguir una antología bastante estimulante. Por supuesto, como en toda antología, hay sus altibajos (y algunas piezas son notablemente mejores que otras), pero lo importante es que Iwasaki consigue que el cómputo global sea satisfactorio: una antología que bebe tanto de Poe o Lovecraft como de las anécdotas en la casa de la abuela del autor, y que consigue inquietarnos, estremecernos y, en ocasiones, hacernos sonreír para después congelarnos la sonrisa con un giro imprevisto.


Lo mejor: Cuando el autor se toma más en serio el microgénero y, en joyas como "Que nadie las despierte", te da expresiones sencillas pero tremendamente elegantes como "las luces de los coches se disuelven líquidas en la cremosa oscuridad". Chapeau. Y por supuesto, cuando se toma el terror totalmente en serio y te obsequia con imágenes de lo más espeluznantes (que hay unas cuantas).

Lo peor: Cuando el autor no se decide a dar lo expuesto justo arriba, es decir, lo mejor. Y ocurre en algún que otro caso, por desgracia, aunque no en demasiados.

1 comentario:

  1. Tentador.

    Serà un any bo, encara que no políticament, ja ho veuràs.

    Salut!

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