"Crujen... crujen los huesos, y de sus médulas han de parecer que salen los alaridos (...) La cuerda aúlla sin discordar, el metal atruena sin ensordecer; por eso suena todo, y no se confunde nada, y todo es la Humanidad que solloza y gime; o la más original de todas, sin duda, recomendaba al pie del último versículo: Las notas son huesos cubiertos de carne; lumbre inextinguible, los cielos y su armonía... ¡fuerza!... fuerza y dulzura."
Así arranca unos de los párrafos iniciales de El miserere, uno de los relatos de terror que más me impactaron en mi adolescencia. Curiosamente, no estaba escrito ni por Edgar Allan Poe ni por Howard Philips Lovecraft ni por ningún otro de los tradicionales popes del horror reconocidos a nivel mundial... sino nada menos que por Gustavo Adolfo Domínguez Bastida, más conocido como Gustavo Adolfo Bécquer.
Como sabéis, Bécquer está reconocido como una de las figuras más importantes dentro del movimiento romántico español del siglo XIX. Su obra más famosa son las célebres Rimas y leyendas, que seguro que a más de uno os han obligado a leer en el instituto. Entre las famosas leyendas, que normalmente contenían elementos sobrenaturales o fantásticos, cabe destacar algunas como El beso, Los ojos verdes o El monte de las ánimas, todas ellas enmarcadas en mayor o menor medida dentro del terror gótico, contando con ambientes de corte romántico e ingredientes tales como espectros y apariciones. Si se me permite el atrevimiento, de algún modo, y por supuesto salvando las distancias en cuanto a producción y alcance, podríamos decir que Bécquer es a España lo que Poe fue a Estados Unidos.
Y de entre todas estas leyendas, es El miserere la que más hondo caló en mí. Ignoro si fue el modo en que estaba narrada (con un gran poder de sugestión, que ni con los años ni con la distancia pierde enteros, tal y como he podido comprobar releyéndola esta mañana), la fuerza de las imágenes que evoca o tal vez la historia de ese músico arrepentido que, a la búsqueda de un miserere que logre convocar el perdón de Dios, se topa con una terrible leyenda que se concreta de forma espeluznante en un desenlace de todo punto inolvidable. Aunque, posiblemente, el impacto se deba más bien a una sabia combinación de todos estos factores. Os dejo un enlace donde podéis leer el texto íntegro, os aseguro que no os arrepentiréis.
Como curiosidad, comentar que esta pequeña obra maestra del terror gótico (o así la considero yo), pese a que quizás no sea suficientemente conocida, o tal vez no en la medida que merece, fue adaptada en 1971 al cómic por el artista español Carlos Giménez en una obra de tan sólo cinco páginas, que recogía en toda su intensidad la aparentemente sencilla pero magnífica historia de Bécquer. Posteriormente, el cómic fue recopilado en el libro Sabor a menta (Glénat, 2005). Os dejo con una de las viñetas del mismo y, por supuesto, con una invitación a que leáis (o releáis) a este gran autor, temo que tristemente olvidado por las nuevas generaciones: Gustavo Adolfo Bécquer.
Me mandaron leer Rimas y Leyendas en el cole, sí, y recordaba 'Ojos verdes', pero no 'El miserere', la verdad. Me parece que no vas desencaminado al decir que Bécquer es una especie de Poe español. ¿Quién sería entonces el Lovecraft español? [Yo es que siempre he sido más de Lovecraft]
ResponderEliminarMmmh...
Siempre ha sido de mis favoritos. En ese siglo no solo Bécquer escribió relatos terroríficos. Hay muchas antologías con cuentos de Pedro Antonio de Alarcón, Emilia Pardo Bazán (estos ya realistas) y otros muchos. De Bécquer es también mi poema favorito: ¿Qué es poesía?
ResponderEliminarNo me habia fijado que este blog tambien era tuyo! Esta muy currado, cuando tenga mas tiempo leere las demas entradas con atencion!
ResponderEliminarSi, gracias a esa tarea de leerlo en el instituto, tuve el placer de conocer la obra de Becquer. Un gusto volver a leer esa obra, recuerdo que en su dia me llamo mucho la atencion, llegue a agobiarme con su descripcion... Muy grande Becquer
Si que los hago yo, gracias! :) estoy empezando a ver que tal sale esto, y tambien es una oportunidad para estar en el mundo blogueril y descubrir cosas como esta ;)
PD: Espero ansiosa ese analisis del paso de Madonna por el cine!
Yo sigo manteniendo a Bécquer en mi particular altar de los clásicos, junto a Poe, Lovecraft, Machen y Matheson, y por eso le doy un 10 a este post tuyo. La verdad es que deberíamos promocionar a Bécquer mucho más a nivel internacional -al menos como merece-, al nivel de un Cervantes o un Quevedo. ¿No te parece?
ResponderEliminar¡Me encantan las "Leyendas de Becquer"! Me gustan más que las "Rimas", con eso lo digo todo... Me alegra que alguien le haga el homenaje que se merece :-)
ResponderEliminarMuy grande, Becquer! Mi favorita es "El beso", tiene un final de los que impactan...ups! jajaja A mi me impresionó muchísimo de cria. Gracias por "redescubrirmelo"... Un beso!
ResponderEliminarNURIA: Ya te digo, a mí también me gustan más las leyendas, como a ti (pero sospecho que eso es porque los dos somos criaturas de la noche... jajajaja). Un beso.
ResponderEliminarEste me lo leí en la escuela, de muy peque, y por supuesto me dejó impresionado (y me lo leí antes que Narraciones extraordinarias, aunque ya había visto películas de Corman). Junto con "El estudiante de Salamanca", de las cosas que mas marcaron mi gusto por las películas "de atmósfera". Como supongo le pasaría a Amando De Ossorio con su saga de los templarios ciegos en las que se pueden ver petardeces tan exquisitas como a Barbara Rey haciendo de pin-up hombruno (esto es más del otro blog :D). Una recomendación, por cierto, echale un ojo a la película Malpertuis, también tiene su abadia en ruinas, y ya de paso la novela, que es curiosa también.
ResponderEliminarDARIO: Eeeeh... iba a responder algo, pero lo de "Barbara Rey haciendo de pin-up hombruno" ha anulado todo lo demás que he leído.
ResponderEliminarxD