miércoles, 4 de agosto de 2010

"A SERBIAN FILM": REBASANDO LÍMITES

En 1982, David Cronenberg creó Videodrome, un film inspirado en las acusaciones de algunos de sus detractores, que denunciaban la extrema violencia y carga sexual de sus películas como algo capaz de emponzoñar la mente de sus espectadores. A modo de reacción a esta denuncia, pues, surgió una de las grandes obras maestras del director canadiense, en la que un canal de televisión pirata emitía unas imágenes que, efectivamente, eran capaces de transmitir una especie de virus a la mente de sus espectadores, arrastrándolos a la locura o, por lo menos, a una visión renovada de la realidad. Y es que, desde los 80, época de libertad de expresión y de auge de lo audiovisual por excelencia, el debate en torno al poder de la imagen y los límites de aquello que debería o no debería ser mostrado ha estado quizás más que nunca a la orden del día. Vivimos en la era de la (sobre)infomación, lo cual implica que el espectador actual ha visto/leído/oído prácticamente de todo. Hemos llegado a ver muertes reales en las noticias, así como también accidentes fatales, leemos a diario casos de violencia doméstica y pederastia, conocemos la teoría en torno a todas las aberraciones posibles... lo tenemos todo, en resumen, perfectamente etiquetado y clasificado. Y es de este modo que, aunque el horror sigue campando a sus anchas, de algún modo ha perdido toda su significación... a no ser que se rice el rizo de lo no visto, claro. Viene a ser como aquello que decía el asesino de Seven, que venía a ser algo así como: "si quieres que la gente te escuche, no basta con susurrarles: tienes que usar un mazo de acero". Tristemente cierto, cada día más.


Sería una labor muy árdua, y a la postre, seguramente infructuosa, tratar de discernir hasta qué punto A Serbian Film, la opera prima de Srdjan Spasojevic, es tan explícita atendiendo a nobles razones (las de transmitir un mensaje de la manera más descarnada y efectiva posible) o, por el contrario, atendiendo al morro torero de quien sabe que se va a hablar de su cinta gracias a lo bestia que es (lo cual, en el fondo, seguiría subrayando parte del mensaje que puede tener la cinta: en un mundo enfermo, las buenas intenciones no venden, vende lo enfermo). Supongo que podríamos hablar de un fifty-fifty.

En todo caso, ¿de qué trata A Serbian Film? Resumiendo un poco, trata de una gran estrella del porno serbia llamado Milos (fabuloso Srđan Todorović), quien ya medio retirado, trata de mantener a su familia participando en producciones más bien cutres... hasta que un día, una vieja conocida le propone rodar una película porno muy distinta, más "artística". Él acepta y se entrevista con el director, que está dispuesto a pagarle una auténtica pasta por que protagonice su película. Atraído por la gran suma de dinero, Milos firma el contrato sin tener muy claro en qué difiere esta película porno a las otras que había protagonizado hasta entonces... y hasta aquí puedo leer.


El gran acierto de A Serbian Film es que, ya desde el mismo planteamiento, y tan sólo en su primera media hora de metraje, nos constata lo terriblemente enferma que está esta sociedad en la que vivimos. Y es que, antes incluso de que salga la primera escena más o menos de choque, casi cualquier espectador hace conjeturas en su cabeza en torno a todas las aberraciones que se le ocurre pueden obligar a hacer a Milos: violación, tortura, snuff, pederastia... Las enumeramos sin despeinarnos demasiado por ello, como quien hace la lista de la compra antes de ir al súper. ¿Pretendes mostrar una violación a tiempo real? Pues ya ves qué novedad, eso ya salía en Irreversible... Lo malo es cuando Spasojevic decide poner en primera línea de fuego alguna aberración más que no se nos había ocurrido, o que ni siquiera sospechábamos que existiera, y encima la ilustra de forma bastante gráfica. Ahí es donde ya empieza a revolvérsete el estómago, a entrarte una mala leche que no puedes con ella y, tan sólo ante la mera posibilidad de que algo así pueda existir, se te rompe el alma entera de pura impotencia. Porque A Serbian Film no se conforma con ser una película de terror: es EL HORROR, así en mayúsculas. Un relato que nos narra el más literal descenso a los infiernos que yo recuerde, tan profundamente amoral en las formas como indudablemente ético en el contenido. De hecho, si uno se deja de lado el gore y las escenas impactantes, el transfondo es bastante más político de lo que parece a simple vista (no olvidemos que, en cierto modo, Spasojevic nos está hablando de la historia reciente de Serbia).


A decir verdad, me cuesta decidir si A Serbian Film me parece una película recomendable. Lo es en tanto en cuanto tiene una muy buena factura. Lo es en tanto en cuanto triunfa considerablemente a la hora de inquietar y revolverte la conciencia. Lo es en tanto en cuanto no va a dejar a nadie indiferente... lo cual, por cierto, me parece genial, porque sería como para echarse a temblar que esto dejara indiferente a alguien. Y sin embargo, hay que admitir que su visionado es una experiencia a ratos insufrible, casi traumática, sombría hasta extremos insospechados y, sin duda alguna, no apta para cualquier estómago. Irónicamente, como siempre ocurre en estos casos, supongo que será una película que horrorice a los que, después, bromean sobre los asesinatos por violencia doméstica diciendo que "algo habrá hecho". Será una película que escandalice a los que, después, callan ante los abusos de pederastia dentro (y fuera) de la Iglesia. Será una película que resulte enfermiza a los que legitiman cualquier guerra. Y sin embargo, yo que sí me tomo muy en serio estos temas, y que en efecto, creo comprender las intenciones de Spasojevic al rodar el film, tampoco puedo evitar sentirme horrorizado, escandalizado y "enfermado" ante las imágenes de la cinta. Lo cual, una vez mascado el mensaje, tal vez no sea tan malo.

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LO MEJOR: Su factura, la (escalofriante) verosimilitud que transmite y lo increíblemente efectiva que es.

LO PEOR: El desenlace es demasiado predecible, aunque se diría que el director creía estar dándonos una gran sorpresa. Y también que, pese a lo efectivas que son, aún me sigo preguntando si era necesario mostrar según qué cosas (no me refiero al gore absolutamente gratuíto del desenlace). Pero lo peor de todo sería que, si viéramos alguna de estas aberraciones repetida en futuras cintas, desecháramos su impacto con un: "Pues ya ves qué novedad, eso ya salía en A Serbian Film..."

**A SERBIAN FILM, ya exhibida en el festival de Cannes, será uno de los platos fuertes del festival de Sitges de este año. No habrá que dejar pasar la ocasión, dado que me extrañaría que fuese distribuida en España**Cursiva

8 comentarios:

  1. Ainsss bueno como te he comentado en Facebook, creo que tengo un límite y a mí, como a ti, me ponen de una mala hostia tremenda este tipo de pelis así que, mejor paso de verla y me ahorro el mal rato. No necesito verlo para saber que hay mucho grillaoooo

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  2. Si esta noche no me lo impide un psicokiller la veré y mañana le daré mi opinión...

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  3. Lo interesante de esta película es que lleva implicita una relectura, deja pensando sobre que nos estan contando sobre Serbia y su pasado reciente. No tiene la gratuidad y superficialidad de las "Hosteles" (aunque bueno, sus momentitos, que no se los salta un tuerto, tiene) y avanza más alla de "Grotesque" al utilizar recursos de verdadero cine y un guión mas elaborado que logra enganchar...

    Hacer notar que en las escenas de porno del prota lleva un peinado a lo Pablo Marmol en la peli de los picapiedra notable :D

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  4. Tiene usted razón, esta película es "el horror", consigue que el espectador se sienta inseguro e impotente frente a lo que esta viendo y, pese a ser ficción, partirle el alma ante lo cruel (y explícita)que puede llegar a ser con los seres más indefensos. Aunque hay un par de momentos que cae en el ridículo más absoluto, pero como no quiero desvelar nada mejor cambio de tema.
    Me ha sorprendido la factura técnica, la fotografía, la cámara... todo esta cuidado hasta el mínimo detalle. El reparto también esta muy bien, destacando el protagonista, imposible no estremecerse al ver como su personaje se va derrumbando en una recta final que por ser previsible no deja de ser impactante.
    También coincido con lo que dicen usted y Darío Fas Marin, esa relectura política y social evita que la película sea un simple ejercicio de violencia vacía y gratuita (como la fallida "Invitation Only", un quiero y no puedo en su intento por plantear una guerra de clases entre los que están arriba y los que están abajo en la sociedad).
    En fin, que esta noche no creo que pueda dormir muy bien, no solo por las pesadillas que puedan ocasionarme ciertas escenas, sino por el terror que siento al pensar en la crueldad con la que podemos tratar a otras personas por ser más débiles.

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  5. me la apunto! me la apunto! me la apunto!

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  6. DARIO: Toda la razón. Y hablando de tuertos, uno de los momentos de violencia gratuíta y porque sí, ya sabrás cuál es (una pista: le hacen algo a un tuerto). Yo lo que me estuve preguntando toda la película es si eso que le colgaba entre las piernas al protagonista era de verdad o era un postizo.

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  7. Iba efectivamente por ahí, lo del tuerto XDD
    Lo malo es que habiendo leido Guro japonés ya he visto de casi todo :D
    Y si, yo creo que cualquiera que vea la película se preguntará si realmente este hombre es un pequeño Pony... Hombre, no lo iban a coger de Pornstar por su cara bonita (o Ron Jeremy estaría en el paro)...

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  8. Buff, pues leyendo la entrada y los comentarios no sé si la veré. Me suelen poner el cuerpo malo según qué películas. No pude ver "An american crime" por eso mismo, no sé si podré ver esta...

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