martes, 13 de julio de 2010

TERRORES DE LA INFANCIA

Pocas veces experimentamos el miedo de una manera tan genuina y, a la vez, lúdica como en nuestra infancia. A nadie debería sorprender demasiado esta afirmación. En demasiadas ocasiones, cuando uno crece, pierde gran parte de esa inocencia que nos hacía saborear las cosas de otra forma. Tendemos a no tomarnos demasiado en serio las historias de ficción que antes nos apasionaban, tendemos sobre todo a resistirnos al miedo (¿tal vez por, valga la redundancia, miedo a delatar nuestras debilidades más de la cuenta?).

Otro día hablaremos de los cuentos de hadas en sí, pues creo que eso merece una entrada aparte, pero hoy me gustaría referirme brevemente a esas películas que más me marcaron de pequeño. Y es que, recientemente, estaba pensando que ya en mi infancia había determinados films que me tenían maravillado más allá de cómo avivaban mi imaginación. Por supuesto, me fascinaba el modo en que veía representados de manera más o menos espectacular aquellos mundos de fantasía que visualizaba yo... pero también aquellos componentes oscuros que más me aterraban. He aquí, pues, una pequeña lista con los que más me marcaron:


Para mí, lo alucinante de Oz: un mundo fantástico era que había logrado darle la vuelta por completo al clásico de Judy Garland. Era como la cruz de la moneda o el reflejo al otro lado del espejo. Una revisión no tanto crepuscular como oscura, lúgubre, e incluso violenta por momentos, del cuento que todos conocíamos... o que creíamos conocer. Aún recuerdo el miedo que me daba aquella bruja que podía separarse de su cabeza, o los inquietantes wheelers que me recordaban a una pandilla de delincuentes de ultratumba.


Aunque muchísimo más edulcorada, El mago de Oz fue no sólo mi primer contacto con los libros de L. Frank Baum, sino también una de las grandes películas de mi infancia. A día de hoy, hay que admitir que, por inmortal que sea, ha envejecido francamente mal. Pero no puedo dejar de recordar a aquella fabulosa bruja del Oeste, que con su aspecto se convertía en el epítome de lo que debía ser una bruja de cuento... o, por qué no, a la bruja del Este (demasiado horrible como para ser mostrada en vida).


Sin duda alguna, la gran obra maestra de Jim Henson, una auténtica filigrana que apenas ha dejado descendencia. La oscuridad de ese mundo del Cristal Oscuro se hace notar desde los primeros acordes de la banda sonora, graves e hipnóticos. Y qué decir de los Skekses, aquella raza maligna y repugnante, que con sus picos ganchudos y sus figuras escuálidas parecía una degeneración absoluta de la bruja del Oeste.


Pocas veces se ha conseguido transmitir tan bien la relación de amor, odio y, en definitiva, necesidad entre el bien y el mal como en este film de Ridley Scott. Y lo hace de un modo casi traumático para un niño. Desde que la princesa interpretada por Miah Sarah propicia el cercenamiento del cuerno del unicornio, el mundo de fantasía tan sugestivamente representado hasta entonces pasa a convertirse, sencillamente, en el dominio de las Tinieblas. Pero, en realidad, las imágenes perturbadoras son continuas: la premonición de la princesa frente al reloj, las hordas casi demoníacas de duendes... y, cómo no, ese temible Señor de las Tinieblas encarnado por Tim Curry como la quintaesencia del mismísimo diablo.


Si tuviera que quedarme con una imagen que lograra sintetizar los miedos de la infancia, quizás fuera con la de esa Nada que arrasa poco a poco con el mundo de Fantasía en La historia interminable. Una amenaza intangible, lenta pero inexorable... la encarnación perfecta de la destrucción. Y si ya en el film consigue perturbar, qué decir del magistral libro de Michael Ende, donde este mal es aún más indefinido y abstracto y, pese a representar el poder destructor de la incredulidad, de todo punto imposible de encasillar.


Seguramente, no hay película que haya visto más veces durante mi infancia que Dentro del laberinto. Suerte de revisión inconfesa de Alicia en el país de las maravillas, la película de Jim Henson habla del miedo a hacerse adulto con una claridad pocas veces alcanzada. Y al igual que en las películas mencionadas arriba, esta tampoco es escasa en imágenes inquietantes: desde esos Goblins amontonados unos sobre otros a la espera de que Sarah (Jennifer Connelly) diga las palabras adecuadas para raptar a su hermano pequeño (no olvidemos que el rapto de bebés por parte de criaturas fantásticas es una constante en el imaginario anglosajón), hasta algunas de las criaturas y escenarios que la protagonista va encontrando en su paseo por el Laberinto (escenario no menos inquietante de por sí)... sin olvidarnos, por supuesto, del Rey de los Goblins (David Bowie), figura maligna que con su naturaleza ambigua y tentadora no deja de ser una nueva revisión de (una vez más) el diablo.

8 comentarios:

  1. ¡Me ha robado el corazón con esta entrada! Si que es cierto que según crecemos vamos domesticando nuestros miedos, es algo que ocurre al ir adaptándonos a la sociedad y al recibir una educación que poco a poco va desmantelando esas amenazas infantiles.
    En "Legend" la escena que me encanta en la que la princesa lucha contra su parte oscura bailando con una figura vestida de negro que no es más que ella misma. Y sobre "dentro del laberinto" creo que ya dije todo lo que podía en la entrada que le dedique en mi blog y que usted leyó. Una de las películas de mi infancia que más me inquieto fue "Los 5.000 dedos del Dr T"

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  2. Pues la película de Oz de la Disney no la conocía, mire vd. que cosas... Las demás sí, y me quedo sin duda con "Cristal Oscuro". Es increíble como con unas marionetas puede crearse un universo tan rico y una historia tan delicada con su doble lectura y todo. Y parece ser que sí tendrá descendencia, según IMDB, en 2011, y en 3d. Esperemos que no sea como la horrible descendencia de "La historia interminable"...

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  3. Las he visto todas!!!
    Qué recuerdos!!!

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  4. Qué bellísimo post, Javier!! No he visto "Return to Oz", pero te puedo decir que el sábado llevamos al niño al Zoo de Madrid, y al ver un marabú africano mi marido exclamó "Me recuerda a un Skekses". ¡Fíjate si nos marcó!

    Sólo añadir una interpretación al Rey de los Goblins de "Dentro del laberinto": desde mi punto de vista, es la encarnación del despertar de la sexualidad de la protagonista :-)

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  5. NURIA: ¡Muchas gracias! Te recomiendo que veas la de Oz, está bastante bien. Qué buen ojo tu marido con la similitud de los marabús...

    Y en cuanto a lo del Rey de los Goblins, estoy de acuerdo, es la encarnación de la sexualidad de ella (ahí está ese paquete omnipresente de David Bowie, para cerciorarlo... jeje), pero me gusta verle un toque diabólico igualmente.

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  6. Dentro del Laberinto también es muy especial para mi... La historia Interminable, el libro, por supuesto. La película, bueno, por decirlo suavemente, una puta mierda. Ese dragón con forma de perro pachón no es Fujur noooooo

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  7. ¡Oh dios mio, gracias a Nuria ya no me siento solo! Siempre he dicho que "dentro del laberinto" es la película infantil más morbosa de la historia.
    ¿No se puede considerar "La matanza de texas" como película juvenil? Pues si le cuento las películas con las que crecí creo que podría provocarle un infarto XD

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  8. Que maravilla de recuerdos, miedos y Fantasias.

    La primera no la he visto y parece interesante ver una version como nos ha dicho diferente.

    Son peliculas que nos marcaron y tambien nos dirigieron a una fidelidad a sus creadores.

    De todas, la mas "artesanal" es crital oscuro.

    y con la historia interminable, que es un libro que he tenido que renovar hace poco, de lo machacado que lo tenia, lo lei varias veces y la nueva edicion la tengo guardada para una proxima revision, la compre porque ademas era fiel a sus dos colores, he visto nuevas ediciones que no respetan ese importantisimo detalle, y es que si lo leo en un solo color me enfado o lo que es peor, no sueño.

    Me encataba verme como Bastian Baltasar Buc. queriendo ser Atreyu.

    LA pelicula primeramente me decepciono, por lo que sobrevalore el libro, era mi evasion, mis sueños fantasticos.
    Aun asi, tengo la pelicula tambien en un lugar privilegiado.

    y con Ridley scott ya fuimos fieles para siempre.

    Que maravilla seria tener a mano un "Aurin" y el teson de querer salvar Fantasia.

    Te mando un Beso, mientras cabalgo con "Artax"

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